¿Por qué es tan importante la Regla de Oro?

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En resumen:

La Regla de Oro proviene de la enseñanza de Jesús de hacer a los demás lo que quieres que te hagan a ti. La Regla de Oro nos orienta sobre cómo tratar a las personas con amor.

Del Antiguo Testamento

  • El corazón humano es intrínsecamente egoísta. Incluso nuestros actos más aparentemente altruistas provienen de un deseo de sentirnos bien con nosotros mismos y quedar bien ante los demás. Aunque la gente pueda parecer altruista, el motivo más profundo del corazón humano no es ayudar a los demás, sino ayudar a nuestra propia imagen y autoestima (Jeremías 17:9).

Del Nuevo Testamento

  • En el Sermón del Monte, Jesús dijo: “Por eso, todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos, porque esta es la ley y los profetas” (Mateo 7:12). Esta frase ha llegado a conocerse como “La Regla de Oro”. Jesús nunca la llamó así, y la Biblia no le da ese nombre, pero la frase se considera tan importante y un resumen tan bueno de los principios de altruismo y amor contenidos en el sermón de Jesús que los traductores de la Biblia de los siglos XVI y XVII le dieron el nombre de “La Regla de Oro”, utilizando un dicho popular en aquella época.
  • La gente de la época de Jesús —especialmente los religiosos— necesitaba oír este mensaje. Eran muy buenos aparentando amor, bondad y justicia, mientras que por dentro estaban “llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia” (Mateo 23:27). Los fariseos y la gente a la que enseñaban estaban muy preocupados por cumplir la Ley, pensando que con su buen comportamiento se salvarían. Sin embargo, Jesús dijo que “la Ley y los Profetas” tenían que ver con hacer a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti (Mateo 7:12). En otro lugar afirmó que la Ley y los Profetas pendían del mandamiento de amar a Dios y amar a los demás (Mateo 22:34-40). Jesús se enfrentó a los religiosos: no eran sinceros en su amor y ninguna norma que cumplieran sería considerada justa a los ojos de Dios.

Implicaciones para hoy

¿Buscamos de forma natural hacer el bien a nuestros semejantes, de forma totalmente desinteresada? No es así. La maravilla de la obra de Dios en el corazón es que Él pone Su propio amor por la humanidad en nuestros corazones por los demás. Juan nos recuerda que “A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y Su amor se perfecciona en nosotros” (1 Jn 4:12). Lo que esto significa es que cuando nos amamos unos a otros, glorificamos a Dios y Su imagen puede verse en nuestro amor, que es en definitiva Su amor. Este mandamiento de amar hace que el cristianismo sea único en comparación con cualquier otro sistema religioso. De hecho, la Biblia es tan radical en su mandato de amar proactivamente que a los cristianos se les dice que amen incluso a sus enemigos, algo que sencillamente no existe en ninguna otra religión del mundo (Mateo 5:43-44; cf. Éxodo 23:4-5). La marca de un verdadero cristiano es este tipo de amor desinteresado (Juan 13:34-35). El Espíritu de amor de Dios está vivo en la persona que ama de esta manera altruista y sobrenatural, y la presencia de ese Espíritu es una prueba de la salvación del cristiano. Primera de Juan 3:16-18 lo deja claro: “En esto conocemos el amor: en que Él dio Su vida por nosotros; y nosotros debemos dar la vida por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”.

Comprende

  • La Regla de Oro reconoce el egoísmo inherente al corazón humano.
  • La Regla de Oro exige la reciprocidad ética y la empatía, tal y como la articuló Jesús en su Sermón del Monte, donde instruye a tratar a los demás con la misma justicia y bondad que uno desea para sí mismo.
  • Jesús critica la rectitud superficial y subraya que la verdadera rectitud implica amor y compasión auténticos, más que la mera adhesión a prácticas religiosas o muestras externas de virtud.

Reflexiona

  • ¿Cómo puedes identificar y superar tus propios motivos egoístas cuando intentas vivir la Regla de Oro en tus interacciones diarias?
  • Reflexionando sobre la crítica de Jesús a la justicia exterior, ¿cómo puedes asegurarte de que tus actos de bondad y amor son auténticos y no meras apariencias?
  • ¿De qué manera concreta puedes aplicar de forma proactiva la Regla de Oro en relaciones difíciles o en situaciones en las que es difícil mostrar amor?

Ponlo en práctica

  • Algo interesante de la Regla de Oro es su cualidad proactiva y positiva. Otras religiones, como el confucianismo, el budismo y el hinduismo, contienen mandamientos similares:
  • ¿Cómo desafía la Regla de Oro las normas culturales y las expectativas de la sociedad en relación con el interés propio y la competencia?
  • ¿De qué manera pueden los no creyentes vivir la Regla de Oro y qué limitaciones tienen para hacerlo? ¿En qué se diferencian los creyentes y los no creyentes a la hora de vivir la Regla de Oro?