¿Por qué es importante la Transfiguración?

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En resumen:

La transfiguración reveló a Jesús en Su gloria y nos llama a Responderle como Señor y Salvador.

Del Antiguo Testamento

  • La transfiguración no aparece en el Antiguo Testamento.

Del Nuevo Testamento

  • Tres de los escritores de los Evangelios recogen el relato de Jesús hablando con Moisés y Elías en la cima de una montaña (Mateo 17:1-8; Marcos 9:2-8; Lucas 9:28-36). Los apóstoles Pedro, Santiago y Juan fueron testigos de esta escena.
  • Uno de los significados de la transfiguración se da en Mateo 16:28, el versículo que precede al registro de Mateo del evento: “En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre venir en Su reino». Este “Hijo del Hombre que viene en su reino” se mostró a “algunos” —Pedro, Santiago y Juan— en la transfiguración.
  • Otro significado es que la descripción de la ropa de Jesús, de un blanco deslumbrante, revela la naturaleza sobrenatural de Jesús. Juan volvería a ver a Jesús bajo esa luz durante su visión celestial en el Apocalipsis (Apocalipsis 1). Tal presentación dejaba claro que Jesús no era solo un hacedor de milagros, sino también el Mesías (Juan 1:14).
  • Jesús habló con Moisés y Elías como alguien que ya conocía a estos hombres de Dios. Como Jesús diría más tarde: “En verdad les digo, que antes que Abraham naciera, Yo soy” (Juan 8:58). Este acontecimiento pone de relieve la deidad de Jesús.
  • En la transfiguración, Jesús se mostró como el cumplimiento de la Ley y los Profetas (Mateo 5:17). Moisés representaba la Ley, ya que fue él a través de quien se dio la Ley (Juan 1:17). Elías representaba a los profetas del Antiguo Testamento, especialmente en el sentido de que ascendió directamente al cielo sin morir en la tierra.
  • Jesús reveló Su transfiguración a Sus principales seguidores para mostrarles Su gloria. Mateo 17:5-6 señala: “Mientras estaba él hablando, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: «Este es Mi Hijo amado en quien me he complacido; escúchenlo». Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros, llenos de temor”. La presencia de la voz de Dios en una nube se parecía a la forma en que Dios habló a los israelitas en el desierto en Éxodo 19 y 20. Así como los israelitas respondieron con temor entonces, Pedro, Santiago y Juan se inclinaron en temerosa adoración al escuchar la voz de Dios diciéndoles que escucharan a Su Hijo.
  • Pedro escribió más tarde respecto a esta transfiguración: “Porque cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos mitos ingeniosamente inventados, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad. Pues cuando Él recibió honor y gloria de Dios Padre, la Majestuosa Gloria le hizo esta declaración: «Este es Mi Hijo amado en quien me he complacido». Y nosotros mismos oímos esta declaración, hecha desde el cielo cuando estábamos con Él en el monte santo” (2 Pe 1:16-18). La transfiguración fue un acontecimiento transformador en la vida de Pedro, un hombre que dirigiría a la Iglesia primitiva en la difusión del mensaje evangélico.

Implicaciones para hoy

La transfiguración revela vívidamente la identidad divina de Jesús y sirve de llamada para que la gente reconozca quién es Él y responda. Este acontecimiento crucial, recogido por tres escritores evangélicos, muestra a Jesús en Su deslumbrante gloria, afirmándolo como Mesías e Hijo de Dios. Su conversación con Moisés y Elías simboliza el cumplimiento de la Ley y los Profetas, y lo señala como la culminación del plan redentor de Dios. La voz de la nube que declara a Jesús Hijo amado de Dios exige una respuesta de cada persona: escucharle y seguirle con reverencia y obediencia. Al pasar tiempo con Jesús en Su Palabra, llegamos a comprender Su carácter y Su misión. Se nos desafía a reconocer Su autoridad y a permitir que modele nuestras creencias, acciones y relación con Dios. La transfiguración es una llamada eterna a abrazar a Jesús como Aquel a quien adoramos y a vivir de acuerdo con Su voluntad.

Comprende

  • La transfiguración confirmó que Jesús era el Mesías y no simplemente un maestro humano o un hacedor de milagros.
  • La transfiguración demostró que Jesús era el cumplimiento tanto de la Ley como de los Profetas.
  • En la transfiguración, la voz de Dios desde la nube declaró a Jesús como Su Hijo amado, afirmando Su deidad y relación especial con el Padre.

Reflexiona

  • ¿Cómo revela la transfiguración la identidad divina de Jesús e influye en tu comprensión de Él?
  • ¿Qué aspectos de la interacción de Jesús con Moisés y Elías ponen de relieve Su cumplimiento de la Ley y los Profetas?
  • ¿De qué manera la voz desde la nube que declara a Jesús como el Hijo amado de Dios te interpela personalmente en tu forma de responder a quién es Jesús?

Ponlo en práctica

  • ¿Qué aprendemos de Dios por la forma en que decidió revelar Su gloria a Pedro, Santiago y Juan en la transfiguración?
  • ¿Cómo une la transfiguración el Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento al afirmar que Jesús es el Mesías?
  • ¿Cómo podemos responder a la llamada de Dios a escuchar a Jesús y seguirlo obedientemente, como se subraya en la transfiguración?