¿Cómo puedo vencer la tentación para no caer en ella?

En Primera de Corintios 10:13 leemos:

"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar."

Este versículo da por sentado que seremos tentados y que cada persona será tentada de manera similar. Pero también dice que, para el creyente, siempre hay una manera de luchar contra la tentación: rechazar el pecado. La pregunta es: ¿cómo?

Depende de la situación y de las personas involucradas. Lo que no se puede hacer es depender de la fuerza de voluntad personal. Efesios 6:12-13 dice que nuestra defensa contra los ataques es espiritual: toda la armadura de Dios. Gálatas 5:22-23 dice que el dominio propio es un fruto del Espíritu Santo, no una característica humana en la que podamos confiar. Por lo tanto, en el momento de la tentación, la clave es descubrir lo que el Espíritu Santo te está guiando a hacer.

Corre. Segunda Timoteo 2:22 dice: "Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor". Es una tontería quedarse en una situación en la que te encuentras con la tentación. Si puedes irte, hazlo. Apaga la computadora, deja a ese muchacho, sal del cine y dile al amigo que necesitas irte.

Responde con la verdad. Cuando Satanás tentó a Jesús en Mateo 4, Jesús respondió citando las Escrituras. Sin importar cómo Satanás tergiversara las palabras o hiciera promesas, Jesús conocía la verdad del caso y confiaba en ella.

Pide apoyo. Eclesiastés 4:12 dice: "Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto". Jesús nos enseñó a vivir en comunidad por una razón. Aunque 2 Timoteo 2:25 exhorta a los creyentes a corregir a sus amigos para llevarlos al arrepentimiento, no hay nada de malo en llamar a un amigo para pedirle ayuda antes de que el arrepentimiento sea necesario.

Lo que solemos olvidar es que todas estas cosas requieren una preparación antes de que ocurra la tentación.

Permanece. En primer lugar, Juan nos muestra a quién acudir cuando estamos huyendo de la tentación. Si amamos a Dios y permanecemos en Él buscando hacer Su voluntad, es natural que corramos hacia Él cuando estemos en problemas. Gálatas 5:24 también nos pone en el camino correcto. Si renunciamos a las pasiones de nuestra carne porque amamos más a Dios, las tentaciones ya no serán tan dulces. Y es probable que no estemos en un lugar donde podamos ser tentados fácilmente.

Conoce la verdad. El Salmo 119, el capítulo más largo de la Biblia, está dedicado a las bendiciones de conocer la Palabra de Dios. Si no conoces la verdad, no podrás usarla después para ayudarte a salir de una situación difícil.

Ten una comunidad. Todos sabemos que "hierro con hierro se aguza" (Proverbios 27:17), pero el hierro tiene que conectarse realmente antes de que pueda salir algo bueno. Jesús estableció la iglesia por razones muy específicas. Una de ellas es para que los creyentes no tengan que luchar solos. Hebreos 3:13 y 10:24 dicen que una de las razones para estar conectados con los creyentes es para que podamos animarnos mutuamente cada día. Si lo hacemos, los amigos no estarán muy lejos cuando la tentación nos sorprenda.

El dominio propio proviene del Espíritu Santo. La protección contra el enemigo proviene de Dios. Pero cuando seguimos Su palabra, nos unimos a Su obra. Dios ha establecido acciones específicas que podemos tomar para vencer la tentación. Depende de nosotros tomarlas.



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