¿Qué sabemos de los filisteos?

Del Antiguo Testamento

• Los filisteos eran un pueblo fuerte y belicoso que a menudo se enfrentaba a los israelitas en la Biblia. Aparecen por primera vez en Génesis 10:14 entre los descendientes de Noé, por medio de su hijo Cam. Debido a su ubicación cerca de la costa mediterránea, los filisteos se asocian a menudo con los diversos “Pueblos del Mar” de la historia antigua. Aunque su origen es en gran parte desconocido, la Biblia menciona que los filisteos estuvieron en contacto tanto con Abraham como con Isaac alrededor del año 2000 a. C. Se menciona específicamente que estaban en la tierra donde vivía Abraham antes de su llegada. Génesis 21:34 dice: “Y peregrinó Abraham en la tierra de los filisteos por muchos días”.
• Después del tiempo de Abraham e Isaac, la siguiente mención de los filisteos no se encuentra hasta después de que los israelitas salieran de la esclavitud en Egipto. Éxodo 13:17 señala: “Cuando Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los guió por el camino de la tierra de los filisteos, aunque estaba cerca, porque dijo Dios: 'No sea que el pueblo se arrepienta cuando vea guerra y se vuelva a Egipto'”.
• Josué 13:3 menciona cinco ciudades principales de los filisteos. Sin duda, estas ciudades habían estado ocupadas durante algún tiempo. Aunque Israel tomó el control de la tierra prometida bajo el liderazgo de Josué, los filisteos siguieron representando una amenaza.
• Durante el período de los jueces, los filisteos se mencionan a menudo como el instrumento a través del cual Dios trajo juicio sobre los israelitas por sus pecados. Por ejemplo, en Jueces 13:1 se dice: “Los israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, y el Señor los entregó en manos de los filisteos durante cuarenta años”.
• En 1 Samuel 5 encontramos que los filisteos robaron el arca del pacto, aunque más tarde la devolvieron debido a las plagas que sufrieron por ello.
• Durante el reinado del rey David, el poder de los filisteos sobre los israelitas fue quebrado definitivamente (1 Samuel 7:12-14).
• Los filisteos adoraban a tres dioses: Astoret, Dagón y Baal-Zebub, y dedicaban santuarios a cada uno de ellos en diversas ciudades (Jueces 16:23; 1 Samuel 5:1-7; 2 Reyes 1:2).
• Ezequiel 25:16-17 revela los planes del Señor para exterminar a los filisteos restantes durante la época de Ezequiel: “He aquí que yo extenderé mi mano contra los filisteos, y cortaré a los cereteos y destruiré el resto de la costa. Ejecutaré gran venganza contra ellos con reprensiones furiosas. Entonces sabrán que yo soy el Señor, cuando ejecute mi venganza contra ellos”. En efecto, los filisteos desaparecieron en las páginas de la historia, tal como predijo la profecía.

Del Nuevo Testamento

• Los filisteos no se mencionan en el Nuevo Testamento.

Implicaciones para hoy

La historia de los filisteos nos advierte sobre el juicio de Dios contra el pecado. Cuando comprometemos nuestros principios o adoptamos prácticas contrarias al Señor y a Su Palabra, podemos estar seguros de que Él nos ve y finalmente nos juzgará. Jesús vino a traernos vida abundante (Juan 10:10). Vivir en pecado y adorar ídolos conduce a la esclavitud, no a la libertad. La desaparición final de los filisteos es un recordatorio aleccionador de la naturaleza transitoria de los poderes terrenales y del juicio de Dios sobre el pecado. A pesar de su poderío e influencia, los filisteos encontraron su fin, tal como había predicho la profecía, lo que pone de relieve la certeza de que la justicia y la fidelidad de Dios prevalecerán al final.