¿Existe una edad de responsabilidad en la Biblia? ¿Qué ocurre con los bebés que mueren?

Del Antiguo Testamento

• Trece años es la edad más comúnmente dada para la rendición de cuentas, basada en la costumbre judía de que un niño se convierte en adulto a la edad de 13 años. Otros utilizan los 20 años de edad, basándose en la edad dada a los que murieron en el desierto debido a su incredulidad durante la época de Moisés (Números 14:29-30). Sin embargo, la Biblia no da apoyo directo para una edad particular de responsabilidad. Es probable que varíe de un niño a otro. Un niño ha superado la edad de responsabilidad cuando es capaz de tomar una decisión de fe a favor o en contra de Cristo.
• Cuando se habla de la edad de responsabilidad, muchos señalan 2 Samuel 12:21-23, en el que el rey David ayuna y reza por su hijo enfermo. Cuando el niño muere, David deja de ayunar y de llorar. En lo que dice, está claro que David confiaba en que volvería a ver a su hijo pequeño que había muerto. El único lugar que David tendría en mente es el más allá. David también tenía en mente un futuro positivo para su hijo. Algunos han argumentado que esto es simplemente una referencia a la muerte en general, pero el hecho de que David ya no esté de luto significa que tiene en mente un final mucho mejor. David encontró consuelo cuando su hijo falleció. Su visión de Dios incluía una profunda comprensión del amor y la bondad de Dios, como demuestran los Salmos escritos por David.

Del Nuevo Testamento

• Aunque la Biblia no afirma directamente que los niños pequeños u otras personas incapaces de tomar la decisión de seguir a Cristo por la fe estarán en el cielo, no hay razón para creer que Dios no decida salvar misericordiosamente a aquellos que no pueden tomar una decisión de fe. La misericordia de Dios se extiende a todos los pecadores en un momento en que no pueden ayudarse a sí mismos: "Pero Dios demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." (Romanos 5:8). También podemos tener en cuenta 1 Juan 2:2, que enseña: "Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.". Este versículo deja claro que la muerte de Cristo es suficiente para todos los pecados. Si Dios ha elegido cubrir los pecados de los niños pequeños y de otros incapaces de venir a Él por la fe, entonces la sangre de Cristo es ciertamente suficiente para hacerlo.

Implicaciones para hoy

Al final, la edad de rendición de cuentas no es una edad determinada, sino la idea teológica de que la gracia de Dios se extiende a quienes son demasiado jóvenes para tomar la decisión de seguir a Cristo por la fe, como enseña la Biblia ( Efesios 2:8-9 ). Podemos confiar en que la gracia del Señor cubre a aquellos incapaces de responder como Él ha ordenado; sin embargo, debemos seguir esforzándonos por compartir el mensaje del Evangelio a todos los que pueden creer y están en necesidad de la salvación que sólo Jesús proporciona. La salvación no sólo afecta a nuestras vidas posteriores, sino también a nuestras vidas presentes. No hay regalo más grande, y aquellos de nosotros que conocemos a Jesús tenemos la tarea de compartir el evangelio con el mundo.