¿Qué quería decir Jesús cuando hablaba de atar y desatar?

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En resumen:

A Pedro no se le dio autoridad para admitir a la gente en el reino de Dios o para elegir lo que quería permitir y lo que no. Más bien, Jesús dio autoridad a Pedro y a los demás apóstoles para interpretar correctamente el mensaje de Dios y compartirlo con los demás.

Del Antiguo Testamento

  • El concepto de “atar y desatar” en el Antiguo Testamento no se menciona directamente con la misma frase, pero hay pasajes que hablan de la autoridad sobre las leyes y las decisiones. En ese contexto, atar y desatar establecen (atan) o eliminan (desatan) leyes, restricciones u obligaciones. En Deuteronomio 13:5, por ejemplo, un falso profeta que aleja a otros de Dios debe ser “condenado a muerte”, lo cual es un ejemplo de una ley vinculante para la protección del pueblo y la santidad de Israel. Esta decisión “vinculante” preservaba la pureza de la comunidad. Levítico 16:21, por otra parte, habla del ritual del chivo expiatorio, en el que el sumo sacerdote “desataba” simbólicamente los pecados del pueblo colocándolos sobre el macho cabrío y enviándolo al desierto. Esto podría verse como “desatar” al pueblo del peso de su pecado.

Del Nuevo Testamento

  • “Atar y desatar” es una frase jurídica judía que da autoridad a alguien para determinar si algo está permitido o prohibido. Jesús utiliza la frase en Mateo 16:19 cuando habla con Pedro, pero en presencia de los demás apóstoles: “Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos”.
  • Jesús le estaba diciendo a Pedro que él mismo tendría el derecho de entrar en el reino de los cielos. Las llaves simbolizaban la autoridad general. Predicar el evangelio sería la manera de abrir el reino de los cielos a todos los creyentes y cerrarlo a los incrédulos. Pedro, predicando en Pentecostés en Hechos 2:14-40, abrió esas puertas.
  • Jesús quiso que Pedro y los otros apóstoles continuaran Su ministerio de traer el reino de Dios a la tierra predicando el evangelio. Todos los cristianos tienen una parte en este esfuerzo, como se nos enseña a orar en Mateo 6:9-10. También estamos incluidos en la Gran Comisión de Mateo 28:18-20.
  • Al profundizar en las palabras griegas y los tiempos verbales de las palabras de Jesús a Pedro, descubrimos que lo que a Pedro se le da autoridad para hacer no tiene su origen en él. Los verbos utilizados comunican claramente que todo lo que Pedro ata o desata en la tierra ya ha sido atado o desatado en el cielo (véase Mateo 16:19, y 18:18 donde Jesús enseña sobre la disciplina de la iglesia).

Implicaciones para hoy

La autoridad para atar y desatar, tal como la describió Jesús, nos recuerda hoy que se nos ha confiado la responsabilidad de interpretar y compartir la verdad de Dios con precisión. Esta responsabilidad no nos da el poder de hacer nuestras propias reglas, sino que nos llama a alinear nuestras acciones y enseñanzas con la voluntad de Dios, revelada a través de Jesús y las Escrituras. Como creyentes, formamos parte de la misión más amplia de difundir el Evangelio y acoger a otros en el reino de Dios. Esto nos llama a compartir el mensaje de salvación de Dios con claridad, comprendiendo que nuestras acciones reflejan lo que ya ha sido establecido en el cielo. En nuestras propias vidas, esto significa vivir de acuerdo con la verdad de Dios. Al hacerlo, somos instrumentos de Su reino y ayudamos a otros a experimentar la libertad que se encuentra en Cristo.

Comprende

  • Jesús dio a Pedro y a los apóstoles la autoridad para interpretar la voluntad de Dios, no para crear sus propias leyes.
  • Las “llaves” que Jesús dio para atar y desatar simbolizaban la autoridad para abrir o cerrar el acceso al reino de Dios a través del evangelio.
  • La autoridad para atar y desatar no se refiere a salvar personas, sino a compartir el evangelio.

Reflexiona

  • ¿Cómo buscas activamente alinear tus acciones y enseñanzas con la voluntad de Dios en tu vida diaria?
  • ¿Cómo puedes ayudar a otros a comprender y aplicar la verdad de Dios, en lugar de crear tus propias reglas?
  • ¿Cómo afecta a tu fe y a tus decisiones el hecho de saber que la autoridad para atar y desatar se basa en lo que ya se ha establecido en el cielo?

Ponlo en práctica

  • La idea de que la autoridad de atar y desatar ha sido transferida al liderazgo de la iglesia hoy malinterpreta el propósito original de esta autoridad, que fue dada a los apóstoles para proclamar e interpretar la verdad de Dios, no para crear nuevas doctrinas o leyes. ¿De qué manera se aplica hoy el atar y desatar y de qué manera no?
  • ¿Cómo puedes asegurarte de que interpretas la palabra de Dios con precisión y la compartes eficazmente?
  • ¿Cómo puedes ayudar a quienes tienen dificultades para entender el mensaje del Evangelio y sus implicaciones para sus vidas?