¿Qué dice la Biblia?
Los médicos recetan medicamentos para aliviar el dolor y curar, dos objetivos compatibles con la Biblia. Nuestras dolencias físicas son el resultado del pecado en el mundo, al igual que nuestras dolencias espirituales. Al curar a la gente, Jesús mostró la compasión de Dios. A menudo se le conoce como el Gran Médico y es quien proporcionará la sanidad definitiva de toda la creación (Romanos 8:18-22). Al considerar si es correcto usar medicamentos recetados, la cuestión no se centra tanto en los medicamentos en sí, sino en cómo los usamos. Debemos buscar consejo médico, utilizar los medicamentos solo de forma legal y ser conscientes de los posibles efectos secundarios. Los médicos suelen alertar sobre los posibles riesgos y peligros. En general, el uso adecuado de los medicamentos recetados puede curar enfermedades, tanto agudas como crónicas, pero es Dios quien, en última instancia, proporciona la sanidad.