¿Está bien que un cristiano sea introvertido?

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En resumen:

Dios hizo a los introvertidos igual que a los extrovertidos. La forma en que Dios creó a los introvertidos les da una manera única de amarlo y de amar a los demás.

Del Antiguo Testamento

  • Moisés buscaba con frecuencia la soledad para encontrarse con Dios en el monte Sinaí (Éxodo 34:28) y pasaba largos períodos en oración y reflexión.
  • El profeta Elías trabajaba a menudo solo, confiando en la provisión de Dios en lugares aislados (1 Reyes 17:2-6). Después de enfrentarse al rey Acab y a los profetas de Baal, Elías huyó al desierto y derramó sus luchas ante Dios. Allí, Dios le proporcionó comida, agua y descanso. Luego, Elías fue al monte Horeb y se alojó en una cueva. Allí, Dios le habló, primero con grandes demostraciones de poder y luego dirigiéndose a él en “un silbo apacible y delicado” (1 Reyes 19:12-13). Elías pensó que era el único profeta fiel que quedaba. Dios se encontró con el hombre cansado en su soledad, lo instruyó, le dio fuerzas para seguir adelante y le proveyó un compañero en Eliseo (1 Reyes 19:16-21).
  • Jeremías a menudo se enfrentaba al aislamiento debido a los mensajes impopulares que llevaba al pueblo de Judá. Se afligió profundamente por los pecados de Israel y el juicio inminente (Jeremías 9:1).

Del Nuevo Testamento

  • María ejemplificó un espíritu reflexivo y contemplativo (Lucas 2:19, 51).
  • Conocida por su devoción silenciosa, María de Betania prefirió sentarse a los pies de Jesús y escuchar, en lugar de ocuparse de las tareas domésticas como su hermana Marta (Lucas 10:39).
  • Aunque Felipe no tuvo un papel protagónico entre los apóstoles, desempeñó un papel silencioso pero importante en la difusión del Evangelio. Conocido por hacer preguntas reflexivas (Juan 14:8) y buscar cuidadosamente la comprensión, Felipe demostró una naturaleza contemplativa.
  • Los rasgos introvertidos pueden ser beneficiosos para un cristiano. La práctica y la disciplina de la oración requieren quietud, silencio y soledad. Ciertamente debemos orar en grupo, pero Jesús también nos dice que oremos a solas: “Pero con frecuencia Él se retiraba a lugares solitarios y oraba” (Mateo 6:6). Jesús también modeló esto al pasar tiempo a solas con Dios (Lucas 5:16).
  • Ser capaz de concentrarse y meditar en la lectura y el estudio de la Biblia resulta más fácil, en general, para los introvertidos. La capacidad de pasar tiempo a solas en un pensamiento sostenido puede ser muy beneficiosa para reflexionar sobre las cosas de Dios. Aunque los introvertidos tienen rasgos que pueden ser una ayuda para crecer más como Cristo, estos mismos rasgos también pueden ser un obstáculo para compartir el evangelio. Jesús nos manda a ir, hacer discípulos y enseñar a la gente acerca de Él (Mateo 28:19-20). Esto puede ser difícil para los introvertidos, pero aun así es algo que estamos llamados a hacer.
  • Como cristianos, estamos llamados a pasar tiempo con los demás y a edificarnos mutuamente (Hebreos 10:24-25). Los introvertidos no están exentos de la necesidad de compañerismo y no pueden usar su rasgo de personalidad como excusa para desobedecer la Palabra de Dios. Sin embargo, también es importante reconocer que el compañerismo no requiere un grupo grande ni mucho ruido o actividad.
  • Dios nos ha hecho a cada uno únicos y ha dado a Sus hijos dones espirituales para la edificación mutua de la iglesia (Salmo 139; 1 Corintios 12). Introvertidos o extrovertidos, todos luchamos contra el pecado. Cada tipo de personalidad tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
  • Independientemente de nuestras tendencias particulares, Dios es capaz de equiparnos para hacer lo que Él nos llama a hacer (2 Pedro 1:3). Solo tenemos que buscarlo, someternos a Él y permitirle que nos transforme en personas que se parezcan más a Cristo (Romanos 8:29; Filipenses 1:6; 2:12-13). Cuando la tendencia de nuestra personalidad nos ayuda en nuestro caminar con Cristo, lo alabamos y aprovechamos al máximo los dones que Él nos ha dado. Cuando nuestra tendencia se interpone en el camino de la obediencia a Cristo, le pedimos Su poder para ayudarnos a vivir más allá de nosotros mismos.

Implicaciones para hoy

Los introvertidos, como todo el mundo, deben vigilar sus motivaciones para actuar. Algunos introvertidos pueden pasar tiempo solos para evitar a la gente por miedo o inseguridad. Son más propensos a luchar con su autoestima y con un espíritu crítico. Dios nos dice que veamos a los demás con respeto y que obtengamos nuestra identidad de Él (Filipenses 2:3-4; Efesios 2:10). No podemos usar un rasgo de personalidad como excusa para no creer en la Palabra de Dios sobre quiénes somos en Cristo y cómo debemos vivir en consecuencia. Más bien, los introvertidos pueden aprovechar sus fortalezas para acercarse más a Dios y encontrar seguridad en Él. La seguridad en nuestra identidad en Cristo proviene de pasar tiempo con Dios. Amar a los demás proviene de recibir primero el amor de Dios por nosotros (1 Juan 4:7-12).

Comprende

  • Dios hizo tanto a los introvertidos como a los extrovertidos.
  • Dios puede ser glorificado tanto por los introvertidos como por los extrovertidos.
  • Generalmente profundos y contemplativos, los introvertidos pueden amar a Dios y a los demás de maneras únicas.

Reflexiona

  • ¿Cómo te ha ayudado tu personalidad, introvertida o no, a conectar con Dios de manera significativa?
  • ¿Hay momentos en los que ser introvertido te ha dificultado cumplir con el llamado de Dios, como compartir el evangelio o participar en la comunidad? ¿Cómo manejas esos momentos?
  • ¿Cómo puedes utilizar tus puntos fuertes como introvertido para amar a los demás y servir en tu comunidad?

Ponlo en práctica

  • ¿Cómo puede nuestro grupo apoyar mejor los rasgos de personalidad únicos de cada uno para un compañerismo y crecimiento espiritual significativos?
  • ¿Cuáles son algunas formas prácticas de animar a los introvertidos de nuestra iglesia o comunidad a utilizar sus dones?
  • ¿Cómo podemos equilibrar el valor de la soledad y la contemplación silenciosa con el llamado bíblico a compartir nuestra fe y a participar en el compañerismo?