¿Qué importancia tiene el atractivo físico a la hora de buscar pareja?

En resumen:

Aunque el atractivo físico es importante al buscar pareja, no es lo más importante. En lugar de centrarnos únicamente en él, deberíamos enfocarnos en la verdadera belleza del corazón y el carácter de una persona.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Por supuesto, todo el mundo quiere sentirse atraído por la persona con la que se casa y, más aún, quiere que su cónyuge le encuentre atractivo. La intimidad física es una parte central del matrimonio, y la atracción física desempeña un papel en ello. La belleza física y el deseo no son solo cosas que el mundo celebra; la Biblia también lo hace. Al mismo tiempo, las Escrituras relativizan estas cosas. Aunque reconocen lo bueno que es cuidar de nuestro cuerpo y la atracción física que implica la búsqueda de un cónyuge, también hacen hincapié en la importancia de la belleza interior. Cuando buscamos pareja, debemos fijarnos en su corazón y su carácter, en lugar de dar prioridad al atractivo físico. La verdadera belleza radica en la piedad y en una base sólida en Cristo, que sostendrá la relación a través de los desafíos de la vida.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Al buscar un cónyuge, tu primera preocupación debe ser su carácter en lugar de la atracción física inicial. Tu atención debe centrarse en la belleza de su corazón y su piedad (o la falta de ella). Necesitas encontrar a alguien que sea una ayuda cuando experimentes la tragedia y la pérdida, alguien que no se desmorone bajo las presiones de la vida porque está parado en la roca de Jesucristo. No estás buscando a alguien que se vea bien a tu lado en las fotos; estás buscando a alguien que se comprometa con Cristo y contigo. El corazón y el carácter de una persona son la fuente de la verdadera belleza, no su apariencia física. Otro peligro de poner el atractivo físico demasiado alto en la lista de lo que estás buscando en un cónyuge es que podrías pasar por alto a algunas de las mejores personas. Podrías perderte a la persona que sería un padre o una madre maravillosa, con la que conectarías a un nivel más profundo que la atracción, que se convertiría en tu mejor amigo o con la que disfrutarías el resto de tu vida. Esto no quiere decir que debas casarte con alguien que no te resulte atractivo solo porque sea una buena persona, pero sí que el atractivo no debería encabezar tu lista de atributos a buscar en un cónyuge.

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REFLEXIONA

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