La clonación humana, con la destrucción de embriones que conlleva, es incompatible con la visión bíblica de que la vida comienza en la concepción y tiene un valor inherente. El problema de la clonación no es el clon, sino el proceso y la motivación.
El Salmo 139:13-16 enseña que la vida comienza en la concepción. Un embrión es un ser humano vivo. Por lo tanto, la clonación reproductiva humana, con su destrucción de embriones, es incompatible con la visión bíblica de la vida. La clonación humana es el proceso de crear una copia genéticamente idéntica de un ser humano. Consiste en tomar un óvulo no fecundado y sustituir el núcleo (incluido todo el código genético) por el núcleo de una célula de otra parte del cuerpo. El óvulo ahora funcional se deja crecer a través de varias divisiones hasta convertirse en un blastocisto, que contiene células tanto para el cuerpo como para la placenta. En ese momento, las células pueden utilizarse para clonación reproductiva o clonación terapéutica (de células madre). El objetivo de la clonación reproductiva humana es implantar las células en un útero humano y dar lugar al nacimiento de un bebé vivo. Sin embargo, la investigación necesaria para llegar al nacimiento de un bebé vivo requeriría la destrucción de muchos embriones, cada uno de ellos un ser humano. Por tanto, el proceso de clonación en sí mismo provoca muchas muertes.
La clonación artificial es el proceso de producir organismos individuales con idéntica información genética (ADN). Se han clonado con éxito diversas plantas y animales. Sin embargo, algún día podrían clonarse seres humanos, lo que plantea problemas en muchos frentes. Uno de los problemas de la clonación humana es la motivación, que suele ser egoísta. Los padres en duelo necesitan la sanidad de Dios, no una réplica del hijo que han perdido. Crear un clon de uno mismo es pura arrogancia. La clonación por razones médicas es un poco más ambigua. Pero probablemente se desarrollarían varios blastocistos para un solo nacimiento vivo. Destruir un blastocisto sobrante e innecesario sería matar a un ser humano. El proceso de clonación reproductiva no es el mismo que la clonación terapéutica (investigación con células madre), ampliamente practicada, que implica la clonación de células de un ser humano para su uso en medicina y trasplantes. La clonación reproductiva implicaría hacer una copia genética exacta de un ser humano existente. Desarrollar un óvulo fertilizado con el mismo material genético que un adulto no es antibíblico. Los gemelos idénticos, por ejemplo, tienen el mismo material genético. Sin embargo, el proceso de clonación reproductiva es muy controvertido y está prohibido en muchos países. No hay pruebas de que nadie haya clonado con éxito a un ser humano. El punto de vista cristiano es que los embriones son seres humanos y no son desechables. La clonación reproductiva humana no es bíblica.