Antes de la Biblia, ¿cómo conocía la gente a Dios?

Del Antiguo Testamento

• El primer acto de creación de Dios revela una forma en que Él se ha dado a conocer antes de la Biblia (Génesis 1:1). El Salmo 19:1 lo confirma: “Los cielos proclaman la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de Sus manos”.
• En ocasiones, Dios también ha comunicado revelaciones sobre Sí mismo a través de otros medios distintos a la Biblia. Por ejemplo, ha utilizado visiones y sueños para comunicarse con la gente. Estos fueron especialmente frecuentes en Génesis (Génesis 20:3-7; 31:11-13).
• Los profetas a menudo se comunicaban con la gente mediante la palabra hablada, como Jonás, que se dirigió al pueblo no judío de Nínive para salvar a toda una ciudad (Jonás 3:4-10).
• Los ángeles son representados a menudo como espíritus ministradores que transmiten los mensajes de Dios a individuos o grupos. Por ejemplo, un ángel se apareció a Agar en el desierto para consolarla y guiarla (Génesis 16:7-12), y un ángel entregó mensajes a Moisés en la zarza ardiente (Éxodo 3:2-6). Los ángeles también hablaron a Gedeón para encargarle el liderazgo de Israel (Jueces 6:11-24) y a Balaam para evitar que maldijera a Israel (Números 22:21-35).

Del Nuevo Testamento

• Romanos 1:19 ofrece una forma en que la gente tenía evidencia de un Dios Creador antes de la Biblia: “porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente”. Un ejemplo de ello es la conciencia humana, que incluye un sentido universal del bien y del mal en todas las personas. No todas las personas están de acuerdo en lo que está bien y lo que está mal, pero cada una está diseñada con un sentido de la moralidad. Este sentido de la moralidad apunta a un creador de la misma: Dios.
• Romanos 1:20 ofrece otra idea de cómo la gente entendía a Dios antes de que se escribieran los libros de la Biblia: “Porque desde la creación del mundo, Sus atributos invisibles, Su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa”. La creación que nos rodea ofrece amplias pruebas de la existencia de un Creador (véase también Salmo 19:1-4). Por ejemplo, la complejidad del universo apunta hacia un Diseñador. Desde el exquisito diseño de una flor hasta el cuerpo humano, cada detalle apunta hacia un Diseñador supremo que concibió todo con propósito, cuidado y sabiduría.
• Dios se comunicó directamente a través de Jesús, que vino a la Tierra para vivir entre nosotros (Juan 1:1-14) y ofrecer la vida eterna a todos los que creen (Juan 3:16).

Implicaciones para hoy

Dios se ha dado a conocer a través de Su Palabra, ofreciendo una guía clara y la revelación de Su carácter, mandamientos y promesas. La Biblia revela claramente quién es Dios y Sus planes para la humanidad. Al mismo tiempo, Dios se revela de otras maneras, como a través de la creación y de la forma en que hizo a la humanidad, invitando a todos a reconocer y admitir Su existencia e implicación en la historia humana y a lo largo de ella (Romanos 1:19-20). Todos, tanto a través de las Escrituras como del mundo natural, tenemos la oportunidad de responder a Dios. Por supuesto, las Escrituras son las que revelan el evangelio, pero incluso un no creyente puede ver a Dios a través de la belleza y la majestuosidad de la creación. Todos pueden reconocer que no son perfectos y que el mundo no es como debería ser. Todos tienen la oportunidad de ver a Dios y responderle. La Palabra de Dios nos permite especialmente conocerlo y comprender Su plan de salvación. Ilumina nuestra comprensión de Su naturaleza, Sus deseos para nosotros y Su plan de redención. Nos ayuda a conocer a Dios más íntimamente y a obtener sabiduría para vivir una vida que le honre. Esta búsqueda de conocimiento transforma nuestros corazones y nos permite alinear nuestros pensamientos, deseos, inclinaciones y acciones con Su carácter por el poder de Su Espíritu. La perspectiva de Dios nos ayuda a navegar las complejidades de la vida con Su corazón y Su mente. Al conocer la Palabra de Dios, también estamos equipados para discernir la verdad de la falsedad. Dios quiere ser conocido, y conocerlo nos ayuda a estar en guardia contra las cosas que nos alejan de Él. La Biblia es fundamental para el crecimiento espiritual y una salvaguardia contra el engaño, permitiéndonos conocer a Dios, amarlo y vivir de una manera que lo refleje al mundo.