¿Alguno de los atributos de Dios está por encima de los demás?

Del Antiguo Testamento

• La creación habla de los atributos de Dios: “Los cielos proclaman la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de Sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día, Y una noche a la otra noche revela sabiduría. No hay mensaje, no hay palabras; Ni es oída su voz” (Salmo 19:1-3).
• Todos los atributos de Dios son perfectos, lo que hace que tengan la misma importancia y se combinen en una gran culminación dentro del Único Dios perfecto e infinito (Isaías 6:3).
• Para comprender las cualidades de Dios, como Su justicia o Su amor por nosotros, primero debemos tener una base que comprenda y afirme Su santidad, omnipotencia y soberanía (Salmo 103:19; 115:3; véase también Romanos 9:18).
• El Antiguo Testamento revela el amor de Dios (Deuteronomio 7:9; Salmo 136:1).
• Isaías 6:3 y Levítico 11:44 enfatizan la santidad de Dios.
• Dios también es fiel y misericordioso. Lamentaciones 3:22-23 nos dice: “Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, Pues nunca fallan Sus bondades; Son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad!”.
• El Salmo 89:1 también habla de Su amor firme y Su fidelidad: “Cantaré de las misericordias del SEÑOR para siempre; Con mi boca daré a conocer Tu fidelidad a todas las generaciones”.
• Dios es soberano sobre todo, como se ve en el Salmo 103:19, y Su voluntad prevalece en el cielo y en la tierra (Daniel 4:35).
• La omnisciencia y la omnipresencia de Dios pueden verse en el Salmo 139:1-4 y en Proverbios 15:3.
• A la luz de todos los atributos de Dios, nos unimos al salmista que se regocija en Su bondad: “Prueben y vean que el SEÑOR es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!” (Salmo 34:8).
• Nahum 1:7 también habla de la bondad del Señor: “Bueno es el SEÑOR, Fortaleza en el día de la angustia, Y conoce a los que en Él se refugian”.

Del Nuevo Testamento

• El atributo más comúnmente mencionado en el Nuevo Testamento es el amor de Dios: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).
• Dios es como un fuego consumidor, y Su santa ira contra el pecado es de temer (Hebreos 10:27, 31; 12:29). Sin embargo, debido a Su gran amor por nosotros, como se ve en el versículo anterior, Su ira es moderada. Al mismo tiempo, un día Su ira se derramará sobre el pecado y el mal (2 Pedro 3:9; véase Apocalipsis).
• Primera de Pedro 1:15-16 revela la santidad de Dios: “sino que así como Aquel que los llamó es Santo, así también sean ustedes santos en toda su manera de vivir; porque escrito está: ‘SEAN SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO’”.
• El Nuevo Testamento confirma la fidelidad de Dios como atributo (1 Corintios 1:9; 2 Tesalonicenses 3:3).
• La soberanía de Dios sobre todas las cosas se ve en Romanos 8:28 y Efesios 1:11.
• Su omnisciencia se ve en la forma en que conoce a todas las criaturas (Hebreos 4:13) y cómo conoce incluso nuestros corazones (1 Juan 3:20).
• La bondad y la amabilidad de Dios nos llevan al arrepentimiento (Romanos 2:4).

Implicaciones para hoy

Porque Dios es perfecto, cada atributo que Él tiene es también perfecto y podría considerarse de igual importancia que cualquier otro. Sus atributos no se pueden clasificar como si algunos fueran más importantes que otros. Sin embargo, es importante la forma en que nuestras mentes humanas comienzan a comprender Sus atributos y cómo se relacionan con nuestra comprensión de Él y de nosotros mismos. Humanamente hablando, la forma en que entendemos los atributos de Dios viene en un cierto orden. El hecho de que Dios sea perfecto significa que cada faceta de Su ser también debe serlo. Su omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia, por ejemplo, no serían posibles por sí solas, porque para tener una, hay que tener las otras. Esto es lo que nos lleva a temerle y a reconocerle por lo que es: totalmente distinto de nosotros y Aquel que está por encima de todas las cosas. La santidad de Dios, sin embargo, también se ve a la luz de Sus otros atributos: Su misericordia, amabilidad, bondad y amor hacia quienes no lo merecen. Todo lo que Dios es nos llama a reconocerle y a admitir nuestra necesidad de Él. Este Dios se entregó para morir en nuestro lugar para que pudiéramos tener una relación con Él y no ser condenados por nuestro pecado. A través de la Palabra de Dios, podemos comprender mucho acerca de quién es Él. Que todos sigamos buscándolo de todo corazón (Jeremías 29:13; Mateo 7:7-11).