¿En qué cree la Iglesia de Dios Restaurada? ¿Es la Iglesia de Dios Restaurada una secta?

En resumen:

La Iglesia de Dios Restaurada se desvía del cristianismo bíblico debido a su énfasis en la Ley del Antiguo Testamento, el rechazo de doctrinas cristianas fundamentales y sus afirmaciones de que la salvación se obtiene exclusivamente a través de su organización.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Una secta tiene creencias fundamentales que difieren de la religión principal de la que dice formar parte. Además, un grupo religioso o secta se considera extremista cuando se exige a sus seguidores que vivan de una manera poco convencional bajo la guía de un líder autoritario y carismático. La Iglesia de Dios Restaurada (IDR) es una secta que presenta enseñanzas que contradicen las verdades bíblicas fundamentales. Fundada en 1999 por David C. Pack, el grupo afirma tener una autoridad espiritual exclusiva y combina la observancia de la Ley del Antiguo Testamento con interpretaciones únicas de la profecía. Sin embargo, las Escrituras enseñan que la salvación viene solo a través de la fe en Cristo, no a través de la pertenencia a una organización o de la observancia de la ley. La Biblia presenta claramente a Dios como Trino, afirma la salvación por gracia a través de la fe y advierte contra aquellos que reclaman una autoridad espiritual exclusiva o un conocimiento bíblico especial. Las enseñanzas de la IDR sobre el israelismo británico, sus interpretaciones proféticas y sus distinciones raciales no tienen fundamento en las Escrituras y contradicen el mensaje del Evangelio, disponible para todos los que depositan su confianza en la muerte y resurrección de Jesús para el perdón de los pecados.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La IDR es un excelente ejemplo de cómo los grupos pueden desviarse de la verdad bíblica al añadir requisitos humanos a la salvación y al reclamar una autoridad espiritual exclusiva. El mensaje del Evangelio sigue siendo claro: la salvación viene por gracia mediante la fe en Cristo solamente, no mediante la pertenencia a una organización, la identidad racial o el cumplimiento de la ley. Esta verdad nos libera de la carga de los sistemas religiosos creados por el hombre y nos dirige hacia la suficiencia de la obra de Cristo en la cruz. Al evaluar cualquier grupo religioso, debemos comparar sus enseñanzas con las Escrituras, recordando que la verdadera fe cristiana descansa y se une en la confianza en Jesucristo para el perdón de los pecados.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA