¿Por qué se registran vidas tan largas en el Génesis?

En resumen:

No sabemos con certeza por qué la gente vivía tanto tiempo en la época del Génesis, pero una posibilidad es la intervención divina: Dios mismo concedió a las personas vidas más largas para cumplir Sus propósitos, como poblar la Tierra. Esas vidas tan extensas nos dan una perspectiva sobre nuestra propia vida y muerte, y sobre el diseño original de Dios para la vida eterna.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Biblia no ofrece una explicación directa de por qué la gente vivía tanto tiempo antes del diluvio. Los estudiosos han propuesto muchas teorías, que van desde factores ambientales hasta razones espirituales. Ciertamente, uno de los efectos de esas largas vidas era que la gente podía poblar la Tierra más rápidamente, como Dios ordenó en Génesis 1:28. La ausencia de enfermedades y un entorno más puro antes del diluvio podrían haber contribuido a alargar la vida. Alguien que vivió durante siglos pudo acumular una gran cantidad de conocimientos, ayudando a crear civilizaciones y culturas, y logrando avances en áreas como la tecnología y la música (Génesis 4:21-22). Entre los tiempos de Adán y Noé, es razonable suponer que la revelación oral de Dios fue comunicada y preservada de generación en generación hasta que finalmente fue escrita en los días de Moisés. Las largas vidas ayudaron a facilitar esta tradición oral. Para nosotros hoy, esas vidas tan largas contrastan con las nuestras, que son más cortas, resaltando nuestra necesidad de comprender la muerte física y el plan de Dios para la vida eterna a través de la fe en la persona y la obra de Jesucristo.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

El acortamiento de nuestra esperanza de vida es, en cierto modo, una bendición. Un hombre bueno podría hacer grandes cosas en 900 años, pero Génesis 6 ilustra que una vida larga no equivale a un corazón bueno. Un hombre malvado con 900 años para planear el mal puede causar un daño increíble, tanto que Dios consideró necesario destruir el mundo entero. Así como Dios protegió al hombre caído de vivir para siempre en Génesis 3:22, también nos protegió de vivir lo suficiente como para pecar tan gravemente como lo hicieron las generaciones del Génesis. Mientras meditamos sobre nuestra propia vida y nuestra inevitable muerte, podemos reflexionar sobre la oración de Moisés en el Salmo 90. El versículo 12 pide a Dios que nos enseñe a ser conscientes de la brevedad de nuestros días para que así tengamos un corazón sabio. Crecemos en sabiduría al creer en el evangelio de Cristo, que es la sabiduría de Dios (1 Corintios 1:24, 30).

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA