¿Qué dice la Biblia sobre los eunucos?

En resumen:

Los eunucos son hombres castrados, impotentes o que han renunciado al matrimonio y son célibes. Independientemente de la razón por la que sean eunucos, Dios promete bendiciones para ellos —y para todas las personas— que lo siguen.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Un eunuco suele definirse como un hombre que ha sido castrado. Una definición más amplia incluye a los hombres impotentes o voluntariamente célibes. En los tiempos bíblicos, era habitual que los gobernantes de las naciones conquistadoras tomaran a niños prepúberes de entre los nuevos súbditos y los castraran. Los eunucos no podían dejar un legado genético, por lo que se pensaba que serían más leales al monarca. Debido a sus limitaciones físicas, también se les utilizaba como guardias del harén y sirvientes del rey. Los eunucos se mencionan en varios lugares de la Biblia, como en los libros de 2 Reyes, Ester, Isaías, Jeremías, Daniel, Mateo y Hechos.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La buena noticia para los eunucos es la misma que para cualquier otra persona: quienes siguen a Dios (entregan su vida a Él y confían en Él para el perdón de los pecados) recibirán bendiciones. Los eunucos —ya sean naturales, forzados o voluntarios— sufren dificultades en esta vida, como todas las personas (Juan 16:33). La pérdida de la fertilidad, de un matrimonio satisfactorio y de los hijos puede sentirse profundamente. Sin embargo, Dios promete dejar un legado a quienes son físicamente incapaces de hacerlo si hacen de Él su prioridad. Cuando Ana era estéril, su marido Elcana le dijo: “Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?” (1 Samuel 1:8). Dios dice lo mismo a los eunucos de todas las épocas. Seas eunuco o no, nuestra herencia eterna es del Señor, y quienes le sirven libres de responsabilidades terrenales ocuparán lugares de honor en Su reino.

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