¿Qué dice la Biblia sobre la esclavitud?

En resumen:

La Biblia no aprueba la esclavitud. El hecho de que Dios permita algo no significa que lo apruebe.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Biblia no aprueba la esclavitud. Reconoce y responde a su existencia, pero no la aprueba ni la celebra. La esclavitud existe a causa del pecado. El pecado nos esclaviza a todos (Juan 8:34; Romanos 3:23). Dios respondió a nuestra esclavitud al pecado liberándonos de él (Romanos 6:6, 23). Jesús, que es plenamente Dios y plenamente humano, vivió una vida sin pecado, cargó con nuestro pecado, murió voluntariamente en nuestro lugar y resucitó, demostrando que Su sacrificio fue suficiente y que Él es quien dice ser (1 Corintios 15:3-5; 2 Corintios 5:21; Hebreos 4:14-16). Todos los que confían en Él pueden ser liberados de la condena del pecado (Efesios 2:1-10). En el mundo antiguo, la esclavitud existía por diversas razones, principalmente por deudas, como castigo por un delito o como resultado de una guerra. La esclavitud sigue existiendo hoy en día; se estima que en 2021 había cincuenta millones de personas viviendo en esta condición. La Biblia regula la esclavitud y el trato a los esclavos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, pero Dios también nos ofrece una visión clara de cómo debemos ver y tratar a las personas (Filipenses 2:3-4). Las leyes de Dios son para nuestra protección, y Su anhelo es que amemos de verdad a los demás (1 Juan 3:16). Si la gente siguiera lo que dice la Biblia sobre este tema, la esclavitud moderna sería abolida.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La esclavitud que la Biblia condena es la que conocemos hoy: un sistema cruel, basado en el abuso de las personas y lleno de injusticias. La esclavitud a la que la Biblia se refiere de manera regulada era más parecida a un sistema de servidumbre que a la esclavitud moderna. La Biblia condena a quienes secuestran y venden a una persona contra su voluntad (Éxodo 21:16; cf. 1 Timoteo 1:8-10) y muestra que todas las personas, incluidos los esclavos, son hermanos en el Señor si son salvos (Filemón 1:16). El secuestro y la esclavitud sistemáticos de innumerables africanos entre los siglos XV y XIX, tanto por otros africanos como por occidentales, era absolutamente antibíblico; el castigo para quienes robaban y vendían a otros seres humanos en el antiguo Israel era la muerte (Éxodo 21:16). Pablo menciona específicamente a los “traficantes de esclavos” y los califica de rebeldes, impíos, pecadores e irreverentes (1 Timoteo 1:8-10). El problema de la esclavitud no ha desaparecido. Hoy en día hay más esclavos en el mundo que en todas las demás épocas de la historia juntas. Ahora lo llamamos “tráfico de seres humanos”, y es tan perverso como lo era en el mundo antiguo. Algunas personas condenan la Biblia por no abolir completamente la esclavitud. Sin embargo, el objetivo principal del Evangelio no era un cambio social o político radical, sino un cambio espiritual individual que nos libera de la causa fundamental de toda esclavitud: el pecado. La Biblia enseña que todos los seres humanos han sido creados por Dios y hechos a Su imagen (Génesis 1:27). Sin embargo, todas las personas son pecadoras y necesitan la salvación (Romanos 3:23). Confiar en la muerte y resurrección de Cristo para el perdón de los pecados nos libera de la condena del pecado (Romanos 6:6, 23), aunque seguimos experimentando sus efectos. También somos hechos nuevos, recibimos al Espíritu Santo que mora en nosotros y progresivamente vivimos más como Dios quiere, reflejando Su carácter y Su justicia en lugar del pecado (Romanos 8:28-30; 2 Corintios 5:17-21; Efesios 1:3-14; Filipenses 2:12-13; 1 Juan 1:6-2:6). El cambio en los corazones de las personas lleva a un cambio en la sociedad. Si el mundo siguiera la Biblia, los millones de víctimas del tráfico sexual serían liberadas y cuidadas, y la gran mayoría de las víctimas del tráfico laboral estarían en casa con sus familias.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA