¿Se llama Alá “Padre”? ¿Cómo podemos conocer a Dios como nuestro Padre?

En resumen:

A diferencia de Alá en el Islam, el Dios de la Biblia se revela como Padre a través de Jesucristo, ofreciendo una relación personal a quienes creen en Él.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La palabra “Alá” procede del árabe. Deriva de la palabra árabe “al-Ilah”, que significa “el Dios”. “Al-Ilah” es una combinación de “al”, que significa “el”, e “ilah”, que significa “dios” o “deidad”. Con el tiempo, “al-Ilah” se contrajo a “Allah”, que se utiliza para referirse al único Dios verdadero en el Islam. En el islam, Alá es la deidad singular y todopoderosa creadora y sustentadora del universo. Aunque en el Corán se describe a Alá con 99 nombres, que subrayan Su poder y santidad, ninguno lo describe como Padre. En cambio, la Biblia revela sistemáticamente la naturaleza paternal de Dios, especialmente a través de las enseñanzas de Jesucristo y los escritos de los apóstoles. El concepto de Dios como Padre es central en el cristianismo bíblico, distinguiéndolo de otras religiones monoteístas como el islam. Esta relación con Dios como Padre no es solo un título, sino que implica una conexión íntima, cuidado, disciplina y herencia (Hebreos 12:5-11; Romanos 8:15-17). Comprender a Dios como Padre transforma nuestro enfoque de la oración, la obediencia y nuestra identidad como Sus hijos amados.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Dios es todopoderoso y el Creador y Sustentador del universo; sin embargo, Dios es mucho más que eso. A pesar de ser supremo sobre todo, Dios desea una relación con Su pueblo y se revela más personalmente que un Dios lejano. Comprender a Dios como Padre tiene profundas implicaciones para nuestra fe y nuestra vida cotidiana. Remodela nuestro enfoque de la oración, invitándonos a un diálogo íntimo, en lugar de una reverencia distante. Esta relación ofrece seguridad en el amor y la provisión de Dios, contrarrestando las ansiedades que prevalecen en nuestro mundo incierto. También nos desafía a vivir como hijos de Dios, reflejando Su carácter en nuestras interacciones con los demás. Para quienes proceden de entornos en los que Dios es visto como distante o impersonal, esta revelación de Dios como Padre puede ser transformadora, ofreciendo sanación a quienes tienen relaciones paternas terrenales difíciles. También puede proporcionar un modelo para la paternidad humana, animando a los hombres a reflejar los atributos paternales de amor, protección y guía de Dios. Conocer a Dios como Padre a través de Cristo debería motivar a los creyentes a compartir esta buena nueva, invitando a otros a esta relación familiar con Dios. Enfatiza la singularidad del evangelio cristiano: no solo creer en Dios, sino convertirse en Sus hijos por la fe en Cristo.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA