¿Quién era Agabo en la Biblia?
En resumen:
Agabo fue un verdadero profeta que declaró la verdad a Pablo, aun cuando esta fuera desfavorable.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA?
Agabo fue un profeta auténtico que anunció una hambruna y el sufrimiento que Pablo experimentaría. Compartió fielmente lo que Dios le había mostrado, incluso cuando el mensaje era desfavorable. En ambos casos, la profecía de Agabo ayudó a Pablo a prepararse para las circunstancias que le aguardaban. Bíblicamente, los profetas tienen la responsabilidad de comunicar lo que el Señor ordena, y el pueblo, a su vez, debe prestar atención a esos mensajes (Deuteronomio 18:18-22) o afrontar las consecuencias. Agabo escuchó y proclamó fielmente las palabras del Señor, y Pablo, con igual fidelidad y humildad, las escuchó y recibió.
DEL ANTIGUO TESTAMENTO
-
El Antiguo Testamento no menciona a Agabo.
DEL NUEVO TESTAMENTO
-
Al principio de su ministerio, Pablo y Bernabé predicaron y enseñaron durante un año en Antioquía, donde compartieron el evangelio tanto con judíos como con gentiles. En algún momento de ese año, varios profetas de Jerusalén llegaron a Antioquía, entre ellos Agabo (Hechos 11:27-28).
-
Por influencia del Espíritu Santo, Agabo profetizó una gran hambruna en todo el Imperio Romano (Hechos 11:28). En respuesta a esta profecía, los cristianos de Antioquía enviaron ayuda económica a los creyentes de Judea, comisionando a Pablo y Bernabé para llevar una ofrenda a los ancianos de Jerusalén (Hechos 11:29-30). Esta generosidad constituyó una importante muestra de unidad entre los creyentes gentiles de Antioquía y los creyentes judíos de Jerusalén. La profecía de Agabo tuvo su cumplimiento durante el reinado de Claudio, lo que demostró que era un verdadero profeta de Dios (Hechos 11:28; Deuteronomio 18:21-22).
-
Después de sus viajes misioneros, Pablo se sintió “atado en espíritu” para volver a Jerusalén (Hechos 20:22). De camino, se detuvo en Cesarea, en casa de Felipe. Felipe tenía cuatro hijas solteras que profetizaban (Hechos 21:9). Agabo viajó desde Judea hasta donde estaba Pablo y proclamó la palabra del Señor (Hechos 21:10): “quien vino a nosotros, y tomando el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: “Así dice el Espíritu Santo: ‘Así atarán los judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los gentiles’”” (Hechos 21:11).
-
Con esta profecía de Agabo, Pablo pudo prepararse para lo que le esperaba en Jerusalén. De hecho, aproximadamente una semana después de su llegada a la ciudad, unos judíos incrédulos lo atacaron en medio de un alboroto que se extendió por toda Jerusalén; los soldados romanos que sofocaron el motín arrestaron a Pablo y lo ataron con dos cadenas (Hechos 21:27-33). Una vez más, la profecía de Agabo demostró ser exacta.
IMPLICACIONES PARA HOY
Agabo compartió fielmente la verdad, aun cuando el mensaje era desfavorable. En ambas ocasiones, su profecía ayudó a Pablo a prepararse para las circunstancias que le aguardaban. La profecía consiste en proclamar la verdad, no solo en predecir el futuro. Cuando una persona afirma hablar en nombre de Dios, la clave es comparar sus palabras con las de la Biblia. Lo que esa persona diga debe concordar totalmente con lo que Dios ya ha revelado en las Escrituras. 1 Juan 4:1 instruye: “Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo”. Del mismo modo, 1 Tesalonicenses 5:20-21 dice: “no desprecien las profecías. Antes bien, examínenlo todo cuidadosamente, retengan lo bueno”. Si alguien que dice proclamar la verdad de Dios contradice la Biblia, no se le debe prestar atención. Si sus palabras concuerdan con la verdad bíblica, uno debe buscar sabiduría y discernimiento para saber si Dios lo está llamando a aplicarlas y cómo hacerlo (2 Timoteo 3:16-17; Santiago 1:5). Dios llama a los creyentes a proclamar la verdad con amor (Efesios 4:15). Debemos ser fieles al Señor y anunciar la verdad, sin temor a la gente (Gálatas 1:10; 1 Tesalonicenses 2:4). Quienes escuchan el mensaje tienen la responsabilidad de compararlo con la Palabra de Dios y prestar atención. Agabo proclamó fielmente la verdad, y así también debemos hacerlo nosotros.
COMPRENDE
-
Agabo proclamó fielmente lo que Dios le había revelado sobre la hambruna, lo que permitió a la iglesia prepararse y proveer para otros creyentes antes de que esta llegara. De igual manera, Agabo proclamó fielmente la revelación divina sobre el encarcelamiento de Pablo, y esto preparó al apóstol para lo que le esperaba.
-
Debemos contrastar las afirmaciones de la gente con la verdad de la Palabra de Dios.
-
Nuestra labor es proclamar fielmente la verdad. La verdad exige una respuesta, y corresponde a quienes la escuchan responder.
REFLEXIONA
-
¿Qué revelan las acciones de Agabo acerca de su confianza en Dios?
-
¿Cómo respondieron las personas que escucharon la profecía de Agabo y cómo los impactó la verdad?
-
¿Qué diferencia a los profetas verdaderos de los falsos?
PONLO EN PRÁCTICA
-
¿Por qué tantas personas dudan en proclamar la verdad?
-
La verdad proviene de Dios y puede resistir cualquier prueba. Debemos examinar lo que oímos, leemos o vemos para determinar si es verídico.
-
Mucha gente cree que los profetas aún existen hoy, pero la profecía puede ser tanto predictiva (anunciar una nueva revelación de Dios) como profética (simplemente proclamar la verdad ya revelada). ¿Cómo podemos discernir si un mensaje procede de Dios y si debemos prestarle atención?
Copyright 2011-2025 Got Questions Ministries - All Rights Reserved