¿Qué es la profecía maya de 2012?

En resumen:

La profecía maya de 2012 es una mala interpretación del calendario maya, no una predicción del fin del mundo. Por ello, los cristianos deben vivir fielmente en el presente, en lugar de especular sobre las fechas del fin del mundo.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Aunque las Escrituras no abordan específicamente la profecía maya de 2012, esta representa un malentendido de los conceptos calendáricos y mitológicos mayas. Dicha profecía se deriva del calendario maya de cuenta larga, el cual mide el tiempo en ciclos llamados b’ak’tuns. La finalización del 13º b’ak’tun, el 21 de diciembre de 2012, se interpretó erróneamente como una predicción del fin del mundo. Sin embargo, la evidencia arqueológica sugiere que los mayas consideraban esta fecha como el final de un ciclo y el comienzo de otro, no como el apocalipsis. La Biblia, por su parte, enseña que nadie conoce el día ni la hora del fin de los tiempos, lo que resalta la inutilidad de tales predicciones. Por lo tanto, los cristianos deben centrarse en vivir fielmente el presente, en lugar de especular sobre fechas concretas del fin del mundo.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La interpretación errónea de la profecía maya de 2012 nos recuerda la tendencia humana a buscar certezas sobre el futuro, búsqueda que a menudo conduce a predicciones equivocadas y a temores innecesarios. Como cristianos, debemos confiar en la soberanía y el tiempo de Dios, en lugar de hacerlo en interpretaciones especulativas de antiguos calendarios u otras profecías culturales. La Biblia enseña sistemáticamente que solo Dios conoce el momento exacto de los acontecimientos del fin de los tiempos y, por ello, anima a los creyentes a centrarse en vivir fielmente el presente. Esta perspectiva fomenta un enfoque equilibrado de la escatología, donde permanecemos vigilantes y preparados para el regreso de Cristo, sin preocuparnos por fechas o predicciones concretas. En lugar de sucumbir a la influencia de fenómenos culturales o afirmaciones pseudocientíficas, los cristianos deben fundamentar su comprensión del futuro en la verdad bíblica, manteniendo la esperanza y la confianza en el plan de Dios mientras se dedican a la misión de difundir el Evangelio aquí y ahora.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA