¿Cómo deben ver los cristianos el Libro de Mormón?

En resumen:

El Libro de Mormón, escrito por Joseph Smith en el siglo XIX, afirma ser una escritura inspirada. Sin embargo, contradice la enseñanza bíblica, no supera las pruebas de autenticidad profética y promueve un evangelio falso. Aunque comparte algunas similitudes con los principios bíblicos, en última instancia, aleja a los lectores de Dios y niega doctrinas cristianas clave como la salvación por gracia, la deidad de Cristo y la naturaleza de Dios.

¿Qué dice la Biblia?

La Biblia es la Palabra de Dios, inspirada y completa (2 Timoteo 3:16-17; Apocalipsis 22:18-19). Es infalible y coherente, mientras que el Libro de Mormón contradice las Escrituras, niega doctrinas fundamentales como la Trinidad e introduce prácticas no bíblicas como el bautismo por los muertos. La Biblia advierte contra los falsos profetas que distorsionan la verdad de Dios (Mateo 7:15; Gálatas 1:6-9). Joseph Smith, el fundador del mormonismo, no superó las pruebas bíblicas de legitimidad profética. Deuteronomio 18:21-22 establece que las predicciones de un verdadero profeta siempre deben cumplirse; sin embargo, muchas de las profecías de Smith resultaron ser falsas. Además, Deuteronomio 13:1-3 advierte que un profeta que lleva a la gente a adorar a otros dioses no proviene de Dios. Smith enseñó el politeísmo y afirmó que los humanos podían alcanzar la divinidad, contradiciendo el monoteísmo bíblico (Isaías 44:6-8). La Biblia afirma la salvación solo por gracia (Efesios 2:8-9), mientras que el Libro de Mormón promueve un camino hacia la divinidad basado en las obras, oponiéndose fundamentalmente al evangelio.

Del Antiguo Testamento

Deuteronomio 18:21-22: “Y si dices en tu corazón: “¿Cómo conoceremos la palabra que el SEÑOR no ha hablado?”. Cuando un profeta hable en el nombre del SEÑOR, si lo que fue dicho no acontece ni se cumple, esa es palabra que el SEÑOR no ha hablado; con presunción la ha hablado el profeta; no tendrás temor de él”. Las profecías fallidas de Smith lo descalifican como un verdadero profeta de Dios.
Deuteronomio 13:1-3: “Si se levanta en medio de ti un profeta o un soñador de sueños, y te da una señal o un prodigio, y la señal o el prodigio se cumple, acerca del cual él te había hablado, diciendo: “Vayamos en pos de otros dioses (a los cuales no has conocido) y sirvámosles”, no escucharás las palabras de ese profeta o de ese soñador de sueños; porque el SEÑOR tu Dios te está probando para ver si amas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma”.
Isaías 44:6: “Yo soy el primero y Yo soy el último, Y fuera de Mí no hay Dios”. La Biblia niega explícitamente la posibilidad de otros dioses, refutando la teología mormona.

Del Nuevo Testamento

2 Timoteo 3:16-17: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra”. La Biblia es suficiente y completa; obras adicionales como el Libro de Mormón son innecesarias.
Gálatas 1:8-9: “Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anunciara otro evangelio contrario al que les hemos anunciado, sea anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguien les anuncia un evangelio contrario al que recibieron, sea anatema”. La advertencia de Pablo se aplica a la afirmación de Joseph Smith de haber recibido una revelación angélica que contradice el evangelio.
Efesios 2:8-9: “Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. La salvación por gracia se opone al evangelio basado en las obras que enseña el mormonismo.

Implicaciones para hoy

El Libro de Mormón y las enseñanzas del mormonismo alejan a las personas de la verdad de la Palabra de Dios. Los cristianos deben rechazar el Libro de Mormón como escritura inspirada y aferrarse a la Biblia como la única Palabra de Dios autorizada e infalible (Juan 17:17). Los cristianos deben interactuar amorosamente con los mormones, señalándoles el verdadero evangelio de Jesucristo. Esto incluye enfatizar la salvación por gracia a través de la fe solamente y la suficiencia de la obra expiatoria de Cristo. Comprender las diferencias entre el cristianismo bíblico y el mormonismo es esencial para defender la fe y compartir la verdad en amor (1 Pedro 3:15).

Comprende

El Libro de Mormón contradice la enseñanza bíblica.
El Libro de Mormón niega doctrinas fundamentales como la salvación por gracia, la deidad de Cristo y la naturaleza de Dios.
La Biblia es suficiente y completa, y advierte contra falsos evangelios y “escrituras” adicionales.

Reflexiona

¿Cómo influye la suficiencia y autoridad de la Biblia en la forma en que disciernes la verdad de las falsas enseñanzas?
¿Qué pasos puedes dar para asegurarte de que tu fe permanezca arraigada en la verdad bíblica cuando te enfrentas a enseñanzas contradictorias?
¿De qué manera el mensaje bíblico de la salvación por gracia profundiza tu confianza en la obra consumada de Cristo?

Ponlo en práctica

¿Cómo puedes explicar las diferencias entre la Biblia y el Libro de Mormón de una manera que sea amorosa pero veraz?
¿De qué manera la comprensión de las pruebas bíblicas para un verdadero profeta te equipa para reconocer las enseñanzas falsas hoy en día?
¿Cómo puedes alentar a otros a permanecer anclados en el evangelio y la verdad de la Biblia cuando interactúas con los mormones?

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