¿Qué dice la Biblia?
“Hosanna”, que tiene su origen en raíces hebreas que significan liberar e implorar, es un grito de salvación que se encuentra en el Salmo 118:25. En el Nuevo Testamento, durante la entrada de Jesús en Jerusalén, las multitudes le aclamaron como salvador, aunque las interpretaciones variaban entre ellas. A pesar de la oposición de los líderes religiosos, Jesús afirmó esta alabanza y más tarde cumplió Su papel mediante la crucifixión y la resurrección, ofreciendo la salvación a todos los que creen (Juan 3:16-18; Romanos 10:9; Efesios 2:8-9). Hoy en día, invocar a Dios para la salvación sigue siendo un acto profundo. Cuando alguien clama a Dios con fe, puede estar seguro de que Dios le escucha y responde con Su gracia. Los gritos de desesperación se convierten en declaraciones de fe en Su amor perdurable y en Su poder para salvar.