¿Qué es el realismo? ¿Cuál es la visión cristiana del realismo?

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En resumen:

El realismo postula la existencia de universales u objetos abstractos, mientras que el cristianismo afirma que Dios es la realidad última y la fuente de toda verdad.

Del Antiguo Testamento

  • Génesis 1:1: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”. Este versículo establece a Dios como la fuente de toda realidad, tanto física como no física.
  • Éxodo 3:14: “Y dijo Dios a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY», y añadió: «Así dirás a los israelitas: “YO SOY me ha enviado a ustedes”». Dios se revela como la realidad autoexistente y última, proporcionando una base para comprender conceptos abstractos.
  • Proverbios 8:22-31: Este pasaje personifica la sabiduría como existente antes de la creación, sugiriendo la realidad de los conceptos abstractos en la mente de Dios antes del mundo físico.
  • Isaías 55:8-9: “«Porque Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni sus caminos son Mis caminos», declara el Señor. «Porque como los cielos son más altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que sus caminos, y Mis pensamientos más que sus pensamientos”. Esto implica la existencia de verdades y realidades trascendentes más allá de la comprensión humana, contenidas en el ser mismo de Dios.

Del Nuevo Testamento

  • Juan 1:1-3: “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Esto presenta a Jesús como el Logos eterno, la encarnación de la razón y la verdad divinas.
  • Colosenses 1:16-17: “Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen”. Aquí, Pablo afirma el papel de Cristo en la creación y el sostenimiento de toda la realidad, incluidas las entidades invisibles y espirituales.
  • Hebreos 11:3: “Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles”. Este versículo sugiere que la realidad visible tiene su origen en realidades divinas invisibles, posiblemente abstractas.
  • Segunda Corintios 4:18: “al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”. Pablo anima a los creyentes a centrarse en las realidades invisibles y eternas, lo que implica su existencia más allá del ámbito físico.

Implicaciones para hoy

La perspectiva cristiana del realismo reconoce a Dios como la fuente última de toda realidad, tanto física como abstracta. Este punto de vista permite la existencia de verdades universales y conceptos abstractos, pero los fundamenta en la naturaleza de Dios, en lugar de considerarlos entidades independientes y autoexistentes. Reconocer a Dios como la fuente de toda realidad puede fomentar la humildad en nuestros afanes intelectuales. Nos recuerda que, aunque podemos comprender la verdad, nuestro entendimiento es finito y depende de la revelación de Dios. Esto fomenta un equilibrio entre la afirmación confiada de verdades que podemos conocer y el reconocimiento humilde del misterio en áreas que van más allá de nuestra comprensión. En la ética y la moral, el realismo cristiano proporciona una base sólida para las verdades morales universales, fundamentadas en la naturaleza inmutable de Dios. Esto contrarresta el relativismo moral y ofrece un cimiento para abordar los complejos problemas éticos de nuestra sociedad. Para la ciencia y la filosofía, esta visión fomenta la investigación rigurosa, al tiempo que reconoce los límites de la razón humana. Sugiere que las regularidades y leyes que observamos en la naturaleza reflejan el carácter coherente de su Creador. Así, una perspectiva cristiana del realismo nos llama a buscar la verdad con diligencia, sabiendo que toda verdad es, en esencia, la verdad de Dios. Nos anima a analizar con atención los distintos puntos de vista filosóficos, sometiéndolos siempre al escrutinio de Su Palabra revelada.

Comprende

  • El cristianismo considera a Dios como la realidad última y la fuente de toda verdad.
  • La Biblia apoya la existencia de realidades tanto físicas como espirituales, todas creadas y sostenidas por Dios.
  • El realismo cristiano reconoce que, aunque existen conceptos abstractos, estos se basan en última instancia en la revelación de Dios y no son independientes de Él.

Reflexiona

  • Al entender a Dios como la fuente última de toda verdad, ¿cómo influye esto en tu percepción de los conceptos abstractos y las verdades universales en la vida cotidiana?
  • ¿De qué manera reconocer a Dios como creador y sustentador de todas las realidades (tanto físicas como espirituales) puede profundizar tu comprensión de cuestiones morales y éticas complejas?
  • ¿Cómo puede afectar tu enfoque del aprendizaje y de las actividades intelectuales el hecho de reconocer las limitaciones de la razón humana y la necesidad de la revelación divina?

Ponlo en práctica

  • El realismo y el cristianismo no son intrínsecamente incompatibles. Mientras que el realismo afirma la existencia de conceptos abstractos, el cristianismo arraiga estos conceptos en la realidad última de la naturaleza y la revelación de Dios.
  • ¿Cómo se integra la visión cristiana del realismo con tu concepción de la relación entre fe y razón?
  • ¿Cuáles son algunos ejemplos prácticos en los que conceptos abstractos o verdades universales se reflejan en tus experiencias u observaciones del carácter y la creación de Dios?