Gnosticismo cristiano - ¿Qué es?

Del Antiguo Testamento

• Génesis 1:31: “Dios vio todo lo que había hecho; y era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día”. Esto contradice el dualismo gnóstico, afirmando que el mundo físico, creado por Dios, es intrínsecamente bueno.
• Proverbios 8:1-11: Este pasaje personifica la sabiduría como un llamado abierto y público, en contraste con las ideas gnósticas del conocimiento secreto. Sugiere que la verdadera sabiduría de Dios es accesible para todos los que la buscan.
• Isaías 45:18: “Porque así dice el Señor, que creó los cielos; (El Dios que formó la tierra y la hizo, la estableció y no la hizo un lugar desolado, sino que la formó para ser habitada): «Yo soy el Señor y no hay ningún otro”. Esto enfatiza a Dios como el único creador, contradiciendo las creencias gnósticas en múltiples seres divinos o en un dios menor que creó el mundo material.
• Salmo 139:13-16: Este pasaje celebra la participación íntima de Dios en la formación del cuerpo humano, desafiando la visión gnóstica del cuerpo físico como algo malvado o sin importancia.

Del Nuevo Testamento

• Juan 1:14: “El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. Esta es una declaración explícita de la encarnación de Cristo, que se opone a la negación gnóstica de la humanidad de Jesús.
• Colosenses 2:8-9: “Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo. Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él”. Pablo advierte contra las falsas filosofías y afirma tanto la plena deidad como la humanidad de Cristo.
• Primera de Juan 4:2-3: “En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios. Y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, del cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo”. Juan se enfrenta directamente a las primeras enseñanzas de tipo gnóstico que negaban la encarnación física de Cristo.
• Primera de Timoteo 6:20-21: “Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y evita las palabrerías vacías y profanas, y las objeciones de lo que falsamente se llama ciencia, la cual profesándola algunos, se han desviado de la fe”. Pablo advierte contra las falsas pretensiones de “conocimiento”, refiriéndose posiblemente a las primeras enseñanzas de tipo gnóstico.
• Segunda de Pedro 1:16: “Porque cuando les dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad”. Pedro subraya la realidad histórica de la vida y el ministerio de Cristo, en contra de las tendencias gnósticas a convertir a Jesús en un mito.

Implicaciones para hoy

Comprender el gnosticismo cristiano y sus contradicciones con el cristianismo bíblico te ayuda a reconocer y refutar ideas heréticas similares que siguen surgiendo hoy en diversas formas. El énfasis gnóstico en el conocimiento secreto puede verse en algunas filosofías de la Nueva Era y movimientos espirituales esotéricos. Por el contrario, la perspectiva bíblica te anima a buscar la sabiduría abiertamente a través de las Escrituras y a compartir el Evangelio libremente con todos. La devaluación gnóstica del mundo físico puede llevar al ascetismo extremo o al libertinaje. La visión bíblica de la creación como algo bueno ofrece una perspectiva equilibrada, que valora tanto los aspectos espirituales como los físicos de la vida. Esto influye en cómo ves tu cuerpo, el medio ambiente y tu papel como administrador de la creación. La negación gnóstica de la plena humanidad de Cristo también socava el núcleo del Evangelio: que Dios se hizo hombre para salvarnos. Reconocer esto te ayuda a apreciar la profundidad del amor de Dios y la realidad del sacrificio de Cristo, reforzando la importancia de la encarnación para entender la salvación y tu relación con Dios. Mientras que el gnóstico cree que hay un elemento divino en cada persona, el cristiano cree que lo divino (Dios) se hizo carne para salvar al mundo. No es la chispa de divinidad en ti la que se acerca a Dios, sino que es Dios quien se acerca a ti (1 Juan 4:10). Mientras que el gnóstico cree que las personas se salvan mediante un “conocimiento secreto”, el cristiano cree que se salvan por gracia, mediante la fe en el Dios-hombre, Jesucristo, quien se revela e invita a todos a responder a quién es Él y lo que ha hecho (Efesios 2:8; Mateo 11:27).