¿Debe un cristiano estudiar astronomía? ¿Qué dice la Biblia?

La palabra “astronomía” viene del griego y significa “formación de estrellas”. Es la rama de la ciencia dedicada a estudiar los cuerpos del espacio exterior. Puesto que la astronomía es una investigación de la creación de Dios, es perfectamente aceptable que los cristianos la estudien. El conflicto surge cuando los científicos extraen conclusiones a partir de datos que contradicen la Biblia. La Biblia nos dice que Dios formó los objetos celestes mediante Su palabra. Como cristianos —particularmente aquellos interesados en la ciencia— necesitamos entender que, a pesar de que la astronomía ha sido estudiada por miles de años, todavía sabemos muy poco. Incluso las interpretaciones más recientes se basan en datos incompletos. Es bueno estudiar la creación de Dios, siempre que reconozcamos que es Su creación. Estudia las estrellas y confía en que cuanto más aprendamos, más nos guiará hacia Dios.

Del Antiguo Testamento

Génesis 1:16 dice: “Dios hizo las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominio del día y la lumbrera menor para dominio de la noche. Hizo también las estrellas”.
El Salmo 147:4 dice de Dios: “Cuenta el número de las estrellas, y a todas ellas les pone nombre”.
Dios también advirtió sobre el peligro de estudiar las estrellas para adorarlas en lugar de al Dios que las hizo: "Y ten cuidado, no sea que levantes los ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, y seas impulsado a adorarlos y servirlos, cosas que el Señor tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos" (Deuteronomio 4:19).
La Biblia menciona la astronomía, sobre todo de forma poética, ya sea con la intención de declarar un hecho científico o no. Isaías 40:22 parece describir la expansión del universo. Job 26:10 parece indicar que la Tierra es un globo, no una superficie plana. Job 26:7 dice que Dios “cuelga la tierra de la nada”, una descripción muy adecuada de un planeta en el espacio.

Del Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento reconoce que los Magos estudiaron las estrellas para encontrar a Jesús (Mateo 2:1-2). En general, las estrellas señalaban la soberanía de Dios y la revelación divina a través de Su Palabra, como se ve en Mateo 2:5-6.

Implicaciones para hoy

El desafío para un cristiano que estudia astronomía no reside en la materia en sí, sino en la cultura que rodea a quienes la estudian. La astronomía es una de las ciencias más difíciles de comprender, en parte porque los objetos de estudio están muy lejos y no son susceptibles a la interacción humana. Las teorías científicas se validan mediante la experimentación o el descubrimiento de fenómenos predichos. No podemos hacer experimentos con un cuásar y, dado el supuesto tiempo que tardan las estrellas en cambiar, no es fácil predecir fenómenos. A veces, las predicciones resultan ser ciertas; se demostró que los primeros astrónomos tenían razón al postular que algunas estrellas se bambolean por la atracción gravitatoria de planetas en órbita. Pero a veces se equivocan; la ciencia indicaría que, a sus supuestas edades, los gigantes gaseosos deberían tener campos magnéticos muy débiles. Saturno los tiene, pero Júpiter, Urano y Neptuno tienen campos muy fuertes. En general, el estudio de la astronomía tiene como fin señalarnos al Creador, que nos hizo a nosotros y al universo. Este Creador nos ama y murió por nosotros para que podamos ser libres y vivir con Él en el cielo para siempre.

Comprende

La astronomía revela la gloria de Dios como Creador, pero no debe conducir a la adoración de los cuerpos celestes.
La Biblia afirma que el estudio de las estrellas señala la soberanía de Dios.
Los cristianos pueden estudiar astronomía para profundizar su fe y reconocer la presencia de Dios en la creación.

Reflexiona

¿Cómo puede el estudio de la astronomía profundizar tu comprensión de la creación y la soberanía de Dios en tu vida?
¿Te has encontrado con perspectivas contradictorias entre las conclusiones científicas y tu fe? ¿Cómo has sorteado esos desafíos?
¿Cómo puedes evitar la tentación de elevar las interpretaciones científicas por encima de la verdad de las Escrituras cuando exploras el universo?

Ponlo en práctica

La “astrolatría” (adoración de objetos celestes) era literal. Muchas culturas veneraban al sol, la luna y las estrellas como dioses; de hecho, los planetas de nuestro sistema solar llevan nombres de dioses romanos. En nuestros días, este culto es más sutil. No solemos pensar que las estrellas, los planetas, los cuásares o los cometas son deidades, pero muchos valoran más sus interpretaciones de los datos astronómicos que el relato histórico que ofrece la Biblia.
¿Cuáles son los peligros de estudiar astronomía, y qué debemos tener en cuenta al tratar de honrar al Señor mientras la estudiamos?
¿Cómo puede servir el estudio de la astronomía como una forma de adoración a Dios y de reconocimiento de Su creatividad?

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