¿Qué es un rito?

Un rito es un ritual religioso o cualquier otra ceremonia solemne con una liturgia establecida. Las cofradías y fraternidades suelen tener ritos de iniciación para los nuevos miembros. Algunas comunidades tienen ceremonias de transición o de mayoría de edad para marcar la entrada de los niños en la edad adulta. En la tradición de la Iglesia cristiana, hay muchos ritos, rituales y ceremonias, algunos establecidos en la Biblia y otros que se han desarrollado con el tiempo. La palabra "rito", más que referirse a una sola ceremonia o ritual, también se puede referir a todo un conjunto de costumbres propias de una determinada tradición eclesiástica. Por ejemplo, el rito bizantino se refiere al conjunto de prácticas litúrgicas que se desarrollan en la Iglesia Ortodoxa Oriental.

Dios instituyó ciertos rituales para Su pueblo, tal y como se registra en las Escrituras. Algunos rituales se mencionan simplemente sin que exista un procedimiento litúrgico establecido, como por ejemplo la circuncisión de los bebés varones al octavo día de nacer (Génesis 17:10; Levítico 12:3). Otros ritos se describen con todo lujo de detalles, como los requisitos para hacer el voto de nazareos (Números 6:1-21). Muchos de los ritos del Antiguo Testamento están relacionados con el antiguo pacto y, por tanto, no son obligatorios para los cristianos de hoy (Hebreos 9). Sin embargo, hay ritos bíblicos que los cristianos cumplen, aunque las liturgias específicas varíen de una iglesia a otra, como por ejemplo: el matrimonio, el bautismo y la comunión.

Dios diseñó a los seres humanos para que se beneficiaran de la repetición de ciertos hábitos, razón por la cual los grupos humanos mantienen tradiciones. Los ritos y rituales nos ayudan a recordar nuestra historia y nos conectan con determinadas comunidades. Ahora bien, es importante recordar que los ritos no tienen por objeto la salvación. El escritor de Hebreos afirmó: "porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados" (Hebreos 10:4). Incluso los ritos que Dios establecía para los sacrificios diarios no eran suficientes para alcanzar la salvación. Por el contrario, estos rituales eran "la sombra de los bienes venideros" (Hebreos 10:1). Esos bienes venideros eran la obra salvadora de Jesucristo mediante Su muerte y resurrección. El apóstol Pablo explicó que "De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo" (Gálatas 3:24-25).

Los ritos y rituales dentro de la iglesia deben enseñar a los miembros de la congregación su necesidad de fe en la obra salvadora de Cristo y hacerles recordar el don de la salvación que Él les ha concedido. Las ordenanzas del bautismo y la comunión se realizan en obediencia a los mandamientos de Dios, pero la Biblia no establece una liturgia específica para su celebración. Estas ordenanzas son importantes, pero no son salvíficas. Pablo explicó: "sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado" (Gálatas 2:16). Los ritos establecidos en la Biblia y los que han surgido de la tradición pueden ayudar a crear una comunidad y a enseñar verdades sobre Dios y la salvación, pero adherirse a determinados ritos y rituales no hará que una persona se salve del pecado.

Siempre y cuando cualquier rito se realice para la gloria de Dios (Colosenses 3:17) y refleje la verdad de quién es Él (Juan 4:23-24), Pablo les ordenó a quienes leían: "Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo" (Colosenses 2:16). Por lo tanto, los rituales de cuándo o cómo pedir la bendición de Dios durante una comida, qué días sagrados hay que reconocer, o cómo celebrar esos días sagrados, son un asunto de preferencia que cada iglesia debe decidir por sí misma. Los hermanos cristianos pueden tener la libertad de practicar ritos diferentes dentro de las distintas congregaciones.