¿Cuál es el origen de la religión?

En resumen:

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La religión tiene su origen en Dios y en Su existencia. Cuando Dios creó a la humanidad, la creó con una conciencia innata de Dios y de la eternidad, derivada de haber sido hecha a Su imagen, lo que infunde el deseo de buscarlo y comprenderlo. Dios inició la primera y única religión verdadera, buscando una relación con Su creación, como se ve en Su creación e interacciones con Adán y Eva y los pactos que hizo con la humanidad. Sin embargo, la desobediencia de la humanidad condujo al desarrollo de diversas religiones y prácticas politeístas, como se ejemplificó en la torre de Babel. La Biblia enseña que el acto supremo de Dios de iniciar una relación fue a través de Jesucristo, ofreciendo la salvación como un don de la gracia. El cristianismo se distingue de otros sistemas de creencias porque hace hincapié en la gracia divina, y no en el esfuerzo humano, para reconciliar a la humanidad con Dios.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La verdadera religión no es una invención humana, sino la iniciativa de Dios para reconciliar a la humanidad consigo mismo. El cristianismo se distingue por ser el único sistema de creencias en el que Dios tiende un puente entre Él y la humanidad a través de Su obra, no del esfuerzo humano. A diferencia de otras religiones, que a menudo exigen acciones morales o rituales para ganarse el favor divino, el cristianismo enseña que la salvación es un don de la gracia mediante la fe (Efesios 2:8-9). Las pruebas antropológicas concuerdan con las Escrituras, pues demuestran que las religiones primitivas eran predominantemente monoteístas antes de pasar al politeísmo por divergencias culturales y lingüísticas. Esto refleja el relato bíblico de Babel y la tendencia de la humanidad a desviarse del culto al Dios verdadero. Para ti como cristiano, comprender el origen de la religión pone de relieve la singularidad del mensaje evangélico. También te prepara para relacionarte con personas de otras religiones, reconociendo su anhelo espiritual como una oportunidad para compartir las buenas nuevas de Jesucristo. La verdadera adoración comienza y termina con la invitación de Dios, demostrada en Su Palabra y cumplida en Su Hijo.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA