¿Por qué es peligroso no leer la Biblia?

En resumen:

La Biblia es la Palabra de Dios para nosotros y nos revela quién es Él y quiénes somos nosotros a la luz de ella. No leer la Biblia es peligroso porque nos privamos de la verdad y nos exponemos al engaño y a perdernos lo bueno que Él tiene para nosotros.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Biblia es la Palabra de Dios para nosotros. Es Su comunicación a la gente a través del lenguaje sobre quién es Él, lo que ha hecho, quiénes somos y cómo debemos vivir. Nos cuenta la historia más amplia del mundo —Dios, la creación, la caída, la redención y la restauración— y cómo encajamos en ella. Nos dice cómo tener una relación con Dios, nos fundamenta en la verdad, nos da sabiduría para la vida y nos habla de nuestra esperanza futura si estamos en Cristo. Segunda de Timoteo 3:16-17 dice: “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra”. Está claro que es vital. No leer la Biblia significa privarnos de la revelación que Dios hace de sí mismo, descuidar el crecimiento, dejarnos más expuestos al engaño y no disfrutar plenamente de los beneficios de la salvación en Jesucristo. Cuando leemos la Palabra de Dios, crecemos en nuestro entendimiento de Él y de Su carácter. Crecemos en nuestro amor por Él y maduramos en nuestra fe.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Es crucial comprometerse con la Biblia porque es la comunicación directa de Dios a la humanidad sobre Su naturaleza, nuestra identidad en Él y cómo debemos vivir (2 Timoteo 3:16-17). Descuidar su lectura te priva de la verdad, haciéndote vulnerable al engaño y perdiéndote las bendiciones que Dios quiere para ti. Al conocer las Escrituras, te equipas para discernir la voluntad de Dios, crecer en madurez espiritual y compartir el evangelio con eficacia (2 Timoteo 2:15; 1 Pedro 3:15). Sumergirte regularmente en la Palabra de Dios no solo te protege contra el engaño espiritual, sino que también profundiza tu relación con Dios, alineando tu corazón para desear Su voluntad y encontrar gozo en Su guía (Salmo 119:9-11; Jeremías 17:9-10).

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA