¿Dice algo la Biblia sobre el multiculturalismo?

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Desde el principio de los tiempos, el plan de Dios era que “en ti serán benditas todas las familias de la tierra” a través de Abraham, el padre de la nación de Israel (Génesis 12:3). Este plan se cumplirá en el futuro, cuando “una gran multitud” de personas de todas las culturas alabará a Dios ante Su trono (Apocalipsis 7:9-10). El Nuevo Testamento tiene mucho que decir sobre el multiculturalismo. Pablo instruyó a los colosenses para que no juzgaran las tradiciones culturales de los demás (Colosenses 2:16) y utilizó su propia experiencia como ejemplo de por qué los corintios no necesitaban ajustarse a una norma cultural específica (1 Corintios 9:20-22). En el libro de los Hechos, también hace referencia al “dios desconocido” de los atenienses y cita a sus “propios poetas” (Hechos 17:23 y 28). Aunque Pablo fomenta la libertad de expresión cultural, enseña que la identidad de los creyentes debe hallarse únicamente en Cristo (Efesios 2:19; Efesios 4:3-6). Pedro también subraya que los creyentes no deben conformarse a la norma cultural si es pecaminosa, sino emular ante el mundo su identidad centrada en Cristo (1 Pedro 2:12-17). Debemos celebrar el multiculturalismo y lo que revela de Dios, esperando el día en que personas de toda lengua, tribu y nación adoren a Dios por toda la eternidad.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

• Dios creó a Adán y Eva (Génesis 1-2), y de ellos surgieron todos los pueblos del mundo. El plan de Dios era y sigue siendo que todos los grupos humanos sean bendecidos (Génesis 12:3).

DEL NUEVO TESTAMENTO

• Hechos 17:26-28 confirma que Dios creó a todas las naciones y que nos colocó de manera única donde lo hizo para que encontráramos la salvación en Él:
• “Y de uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la faz de la tierra, habiendo determinado sus tiempos señalados y los límites de su habitación, para que buscaran a Dios, y de alguna manera, palpando, lo hallaran, aunque Él no está lejos de ninguno de nosotros. Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de los poetas de ustedes han dicho: “Porque también nosotros somos linaje Suyo””.
• Pablo confirma en Colosenses 2:16 que se pueden continuar las prácticas culturales que no entren en conflicto con la ley de Dios. En otras palabras, las prácticas culturales de qué alimentos comemos o qué días celebramos no tienen por qué ajustarse a una determinada cultura.
• Pablo subraya la libertad que tenemos en la expresión cultural al explicar cómo asumió las prácticas culturales que fueran necesarias para compartir eficazmente el evangelio (1 Corintios 9:20-22).
• En Atenas, Pablo cita a los poetas atenienses, lo que demuestra que las culturas ajenas pueden apreciarse e incluso utilizarse para comunicar eficazmente a la audiencia adecuada (Hechos 17:23 y 28).
• En 1 Pedro 2:12-17, Pedro comunica que, aunque los creyentes tienen libertad para participar y disfrutar de la diversidad de culturas, deben mantener su lealtad a Dios.
• Pablo enseña que la identidad espiritual de los creyentes no se encuentra en su grupo cultural o étnico, sino en su papel como parte del cuerpo de Cristo (Efesios 2:19).
• En Efesios 4:3-6, leemos que nuestra identidad en Cristo nos une a otros creyentes que proceden de diversos trasfondos culturales.
• En el Apocalipsis, hay una profecía sobre una multitud de toda nación, tribu, pueblo y lengua alabando a Dios (Apocalipsis 7:9).

IMPLICACIONES PARA HOY

Dios no excluye a las personas de Su reino por su origen étnico o cultural; más bien, se deleita en las diferencias culturales únicas relacionadas con Sus hijos adoptivos. A través de nuestras propias culturas, personalidades y circunstancias, podemos reflejar a Dios ante el mundo. Aunque el Nuevo Testamento afirma que podemos celebrar las culturas de los demás, se nos instruye a no creer en la afirmación de que todas las ideas religiosas son verdaderas, todos los conceptos de Dios son igualmente válidos o todos los enfoques de la religión son correctos, ya que esto se opone directamente a la Biblia (Juan 14:6; 3:36; 1 Timoteo 2:5; Éxodo 20:2-3). Por ejemplo, una “celebración cultural” que rinde culto a los antepasados es inaceptable como lo es una “norma cultural” de engaño o un “valor cultural” de éxito monetario por cualquier medio necesario. Como miembros renacidos de la familia de Dios, no debemos utilizar nuestra libertad para encubrir el mal, sino para servir a Dios (1 Pedro 2:12-17). Además, nuestra identidad principal no se encuentra en nuestra cultura, sino como “conciudadanos de los santos, y son de la familia de Dios” (Efesios 2:19). Al dar prioridad a nuestra nueva identidad en Cristo, podemos disfrutar de la unidad con nuestros hermanos y hermanas espirituales y celebrar las diferencias culturales de los demás.

COMPRENDE

• El plan de Dios siempre ha incluido a personas de todas las culturas.
• Los cristianos son llamados a apreciar la diversidad cultural mientras priorizan su fe, evitando prácticas culturales pecaminosas.
• Dios nos colocó de manera única en nuestras culturas para que tuviéramos la mejor oportunidad de responder a la salvación en Él.

REFLEXIONA

• ¿Cómo afecta el hecho de comprender que el plan de Dios incluye a personas de todas las culturas a la forma en que ves tu propio trasfondo cultural?
• ¿Cómo puedes celebrar la diversidad cultural en tu vida manteniendo tu identidad primordial en Cristo?
• ¿Cómo concilias las prácticas culturales que te gustan con la necesidad de evitar las que contradicen las enseñanzas bíblicas?

PONLO EN PRÁCTICA

• ¿Cómo puede el ejemplo bíblico de Pablo adaptándose a diversas culturas en su ministerio informar tu enfoque de las interacciones interculturales hoy en día?
• ¿Cuáles son algunas prácticas culturales específicas en tu comunidad que crees que podrían entrar en conflicto con las enseñanzas bíblicas, y cómo puedes abordarlas manteniendo un enfoque centrado en Cristo?
• ¿De qué manera la visión del Apocalipsis de la adoración de todas las naciones, tribus y lenguas da forma a tu comprensión de la importancia del multiculturalismo en la iglesia de hoy?