¿Qué pueden aprender los cristianos de la ley mosaica?

En resumen:

La ley mosaica fue instituida para los israelitas, pero revela el carácter de Dios y la gravedad de nuestro pecado. Estudiar y comprenderla es importante para nosotros personalmente y nos ayuda a entender a Dios y Su plan redentor.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La ley mosaica, también conocida como la ley de Moisés o la Torá, se refiere a las leyes y mandamientos dados por Dios a Moisés en el monte Sinaí, tal como se recogen en los cinco primeros libros de la Biblia (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Abarca diversos aspectos de las normas religiosas, morales, civiles y ceremoniales que regían la vida de los antiguos israelitas. Incluye los Diez Mandamientos junto con instrucciones detalladas sobre el culto, los sacrificios, la pureza, las restricciones dietéticas, la justicia social y el comportamiento ético. Su objetivo principal era apartar a los israelitas como pueblo santo dedicado a Dios y establecer el orden y la justicia en su comunidad. Resulta tentador considerar la ley mosaica como algo sin importancia. Sus largas descripciones del templo y los sacrificios son adecuadas para el estudio histórico, pero aparentemente tienen poca relevancia en la vida del cristiano promedio. Sin embargo, esta actitud es dañina porque hace que la gente ignore toda una porción de las Escrituras en lugar de aprender de todo el consejo de la Palabra de Dios. La Ley, como parte de la Biblia, es verdad: verdad sobre Dios, verdad sobre Sus normas, verdad sobre nuestro pecado y verdad sobre nuestra necesidad de redención. Como tal, el estudio de la Ley puede enriquecer la comprensión que los cristianos tienen de Dios y

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Esta naturaleza pecaminosa que nos separa de Dios es la razón por la que necesitamos un salvador. Jesús dijo: “No piensen que he venido para anular la Ley o los Profetas; no he venido para anular, sino para cumplir” (Mateo 5:17). Se esperaba que los israelitas cumplieran la Ley a la perfección, y cada cordero sacrificado les recordaba que era imposible que lo hicieran; veían que el precio de su pecado era una vida. No eran suficientes. Sabiendo que no podíamos cumplir la Ley a la perfección y que los sacrificios de animales nunca serían suficientes, Dios proporcionó un sustituto. Dios Hijo tomó carne humana, vivió una vida perfecta y murió en la cruz como sacrificio perfecto por nuestros pecados. Resucitó, demostrando que es quien dice ser y que Su pago es suficiente. Dios hizo esto para que pudiéramos ser limpiados y vivir en comunión con Él por medio de la fe (Gálatas 2:16). La Ley, los sacrificios y el templo eran “copias de las cosas celestiales” para que comprendiéramos nuestra necesidad de Cristo y el significado de Su muerte y resurrección (Hebreos 9:23). Hebreos 10:1 explica: “Pues ya que la ley solo tiene la sombra de los bienes futuros y no la forma misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen continuamente año tras año, hacer perfectos a los que se acercan”. Pero “hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo ofrecida una vez para siempre” (Hebreos 10:10). Jesús cumplió los requisitos de la Ley y se convirtió en el sacrificio único por nosotros. De la ley mosaica aprendemos el significado de la redención en Jesucristo. Ya no estamos obligados por ella, pero nos enseña acerca de nuestro Dios y revela la belleza del sacrificio de Cristo. En el Salmo 19, David llama a la Ley perfecta, segura, recta, pura, limpia y verdadera. Reaviva el alma, nos hace sabios, alegra nuestros corazones, nos ilumina y perdura. Es más deseable que el oro y más dulce que la miel. Los cristianos tienen mucho que aprender de la ley mosaica y hacen bien en estudiarla.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA