¿Hay ángeles entre nosotros?

En resumen:

Los ángeles han estado entre las personas desde el principio de la creación y están entre nosotros hoy. Saber que hay más en este mundo de lo que vemos físicamente nos llama a conocer la Palabra de Dios y a confiar en Aquel que es soberano incluso sobre los ángeles.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

En la Biblia hay muchas referencias a encuentros con ángeles. Los ángeles se aparecen a las personas de tres formas principales: como seres humanos (Génesis 18:1-3; Lucas 1:26-38), en sueños (Génesis 28:12; Mateo 1:20-21) y en visiones (Zacarías 1:8; Apocalipsis 1:9-20). Se nos aparecen porque realizan la obra de Dios, incluso en relación con la humanidad. En el Antiguo Testamento, los ángeles se aparecieron a personajes como Agar (Génesis 16:7-11), Abraham (Génesis 22:11-12), Moisés (Éxodo 3:2), Gedeón (Jueces 6:11-24) y la esposa de Manoa (Jueces 13:2-21), guiándolos y animándolos según los planes de Dios. En el Nuevo Testamento, los ángeles aparecieron para anunciar acontecimientos importantes, como los nacimientos de Juan el Bautista (Lucas 1:13) y Jesús (Lucas 1:30; Mateo 1:20-21). También proporcionaron orientación, como cuando un ángel advirtió a José en sueños que llevara a María y a Jesús a Egipto para escapar del rey Herodes (Mateo 2:13). Hebreos 13:2 sugiere que mostrar hospitalidad a los extraños podría significar recibir a ángeles sin saberlo, mientras que el Apocalipsis describe a los ángeles desempeñando papeles cruciales en el plan final de Dios (Apocalipsis 5:11; 8:2), junto con la presencia de demonios que tratan de alejar a la gente de Dios (Mateo 12:43-45). Está claro que los ángeles han desempeñado y desempeñan un papel clave en el cumplimiento de los planes de Dios.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

En nuestra vida actual, reconocer que los ángeles pueden estar presentes nos ayuda a cultivar un sentido de conciencia espiritual y apertura a la obra de Dios. Aunque no siempre reconozcamos a los ángeles ni comprendamos exactamente su función, su presencia nos recuerda las dimensiones espirituales que hay más allá de nuestra realidad física. Esto nos llama a reconocer que los propósitos de Dios se están cumpliendo de maneras que quizá no veamos plenamente. Sin embargo, es crucial que nos centremos en adorar únicamente a Dios (Nehemías 9:6; Apocalipsis 19:10; 22:8-9). Los ángeles, aunque importantes en sus funciones, no son objetos de adoración; sirven para dirigirnos hacia Dios, que es el único destinatario de nuestra reverencia y alabanza. Esta distinción ayuda a evitar una adoración equivocada y garantiza que sigamos y adoremos solo a Dios. Al mismo tiempo, ser conscientes de la posibilidad de que existan espíritus engañosos subraya la necesidad de discernimiento, para no ser engañados por demonios que actúan con falsos pretextos (2 Corintios 11:14-15; 1 Juan 4:1). No todos los encuentros espirituales son divinos; algunos pueden ser influencias engañosas que intentan confundirnos. Por lo tanto, es esencial contrastar todas las experiencias espirituales con las Escrituras para salvaguardar la fe de enseñanzas falsas. Esta práctica del discernimiento te protege del engaño espiritual y te ayuda a mantener una relación fiel y arraigada con Dios. Tu lealtad y adoración últimas se dirigen únicamente a Él, la fuente de todo lo que es verdadero y bueno.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA