¿Qué significa “amén”? ¿Por qué terminamos las oraciones con “amén”?

En resumen:

“Amén” es una afirmación de que algo es cierto. Cuando decimos esto al final de una oración, estamos de acuerdo con ella y le pedimos a Dios que la responda.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

“Amén” es una palabra hebrea que significa “en verdad” o “así sea”, y expresa acuerdo con una oración, así como una petición para que Dios la conceda. En el Antiguo Testamento, “amén” se usa para afirmar la justicia de Dios y para alabarlo (Deuteronomio 27:15-26; 1 Crónicas 16:36). En el Nuevo Testamento, se usa a menudo en las cartas para alabar a Dios y afirmar Su gloria (Efesios 3:20-21; Romanos 16:27). Cuando los cristianos terminan sus oraciones con “amén”, expresan la esperanza confiada de que Dios escuchará y responderá según Su voluntad. Es una declaración de confianza en la soberanía de Dios y un reflejo de sumisión a Su plan perfecto para nuestras vidas.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Cuando los cristianos oran y terminan sus oraciones con “amén”, están pidiendo que Dios escuche y conceda su petición. “Amén” no es una palabra mágica ni una súplica para que Dios se conforme a nuestra voluntad. Más bien, es una declaración de esperanza confiada que hacemos a un Dios que invita a Sus hijos a acudir a Él en oración (Hebreos 4:14-16; Mateo 7:7-11). Confiamos en que Él sabe lo que es mejor y deseamos que se haga Su voluntad (Mateo 6:10; 26:39). Cuando oramos de acuerdo con la voluntad de Dios, podemos confiar en que Él nos escucha y responderá (Juan 14:12; 1 Juan 5:14). Al decir “amén”, afirmamos nuestra confianza en la soberanía de Dios y en Su plan perfecto. Es una declaración de fe, reconociendo que Dios escucha, entiende y responderá de acuerdo con Su sabiduría y tiempo. “Amén” refleja nuestra sumisión a la voluntad de Dios, sabiendo que Él es bueno y fiel, y que responderá para nuestro bien y para Su gloria (Romanos 8:28).

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA