¿Por qué debería pasar tiempo a solas con Dios?

En resumen:

Debemos pasar tiempo a solas con Dios porque Él desea una relación personal con nosotros. Pasar tiempo a solas con Dios nos fortalece y nos equipa para lo que enfrentamos en la vida.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Muchos versículos del Antiguo y del Nuevo Testamento relatan cómo los creyentes, cuando estaban solos, buscaban orientación, ayuda o expresaban su gratitud a Dios. A veces, Dios iniciaba el tiempo a solas, utilizando esos momentos para responder a las oraciones y revelar Sus planes. En el Antiguo Testamento, Dios se aparecía ocasionalmente a las personas de diversas formas cuando estaban solas, respondiendo a sus oraciones, dándoles instrucciones, revelándoles Sus planes y ofreciéndoles apoyo ministerial. En otros casos, la gente oraba a Dios, aunque en esos pasajes no siempre se nos muestra una respuesta directa de Dios. Jesús tenía como prioridad pasar tiempo a solas, orando y conectando con el Padre. A menudo se apartaba de sus actividades cotidianas para conectarse con Dios y clamar a Él en oración en momentos de angustia. Retirarse a orar a solas con Dios fue un aspecto fundamental del ministerio de Jesús. La oración era muy valorada por los judíos tanto del Antiguo Testamento como de la época de Jesús; sin embargo, Jesús advirtió que no se debían realizar actos justos, como orar, para obtener la aprobación de los demás. Por el contrario, enfatizó la importancia de pasar tiempo a solas en oración con Dios.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Los creyentes tienen el privilegio único de pasar tiempo a solas con Dios. Es importante pasar tiempo a solas con Dios porque Dios es la fuente de nuestra fortaleza, y necesitamos Su fortaleza para librar las batallas espirituales de nuestras vidas (Efesios 6:10-20; 1 Pedro 5:8-9). El cristiano tiene tres enemigos: el mundo, la carne y el diablo (Gálatas 4:3; 5:17; Santiago 4:7). La vida cristiana es una guerra espiritual continua. La Palabra de Dios, que es la espada del Espíritu, y la oración son algunas de las armas espirituales que tenemos a nuestra disposición (Hebreos 4:12; Efesios 6:17-18). Cuando pasamos tiempo a solas con Dios, en oración y en meditación de Su Palabra, estamos comprometidos en la batalla espiritual. La Palabra de Dios es como alimento para el soldado cristiano (Mateo 4:4); no se atreve a pasar un día sin nutrirse de ella. La oración es como aire fresco para el guerrero cansado; no se atreve a pasar un momento sin ella (1 Tesalonicenses 5:17). El estudio de la Palabra de Dios y la oración son actividades tanto colectivas como solitarias. Sin embargo, no podemos descuidar el tiempo que pasamos a solas con Dios si queremos ser imitadores de Cristo (Lucas 5:16; 6:12; Marcos 1:35; Mateo 14:23). Al darnos cuenta de cuánto nos ama Dios, desearemos pasar tiempo a solas con Él (Salmo 42:1). Aunque pasar tiempo en adoración colectiva, estudio bíblico en grupo y oración con otros cristianos también es importante, el tiempo a solas con Dios es absolutamente crítico para nuestra relación con Él. Pasamos tiempo con Dios porque es un gran placer (Salmo 1:2; 16:11). Forma parte de la vida abundante que Jesús vino a traernos (Juan 10:10).

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA