¿Quiénes eran Zacarías y Elisabet?

En resumen:

Zacarías y Elisabet eran una pareja justa que tuvo un hijo, Juan el Bautista, en su vejez. El relato de Zacarías y Elisabet revela que el plan de Dios en Su tiempo es el mejor.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Zacarías y Elisabet, ambos descendientes de linajes sacerdotales y considerados justos ante Dios, no tuvieron hijos hasta una edad avanzada. Durante el servicio de Zacarías en el templo, el ángel Gabriel anunció que Elisabet daría a luz un hijo llamado Juan, que prepararía el camino para el Mesías. La incredulidad inicial de Zacarías le dejó mudo. Elisabet concibió como se le había predicho, y durante su embarazo recibió la visita de María, la madre de Jesús, lo que llevó a Elisabet a reconocer y proclamar la importancia del hijo de María. Elisabet dio a luz a Juan, y durante la ceremonia del nombre, Zacarías confirmó el nombre “Juan” en obediencia al mensaje de Gabriel, recuperando así el habla. El hijo de Zacarías y Elisabet, Juan, creció y fue conocido como Juan el Bautista.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La historia de Zacarías y Elisabet te interpela sobre la manera en que manejas las normas y expectativas sociales y te anima a confiar en Dios. La esterilidad era una circunstancia de la vida difícil de manejar como pareja. La sociedad de la época suponía que las parejas eran estériles como castigo por su pecado. Para una pareja que anhelaba tener hijos, el dolor de no poder tenerlos se habría visto agravado por las expectativas sociales. Aunque es probable que Zacarías y Elisabet sufrieran personalmente tanto por no poder tener hijos como por las presiones y los juicios de los que les rodeaban, confiaron en el tiempo y los planes de Dios, incluso cuando las circunstancias parecían imposibles. A pesar de su avanzada edad y de los años de esterilidad, permanecieron justos y fieles a los mandamientos de Dios. Sí, al principio Zacarías se sintió conmocionado e incrédulo ante las noticias de Gabriel; sin embargo, Zacarías y Elisabet permitieron que la verdad los moldeara y confiaron en que Dios cumpliría Su promesa. Cuando la promesa de Dios fue finalmente revelada, Zacarías y Elisabet pudieron ver que los planes de Dios a menudo se desarrollan de maneras que sobrepasan el entendimiento humano. Confiar en el plan de Dios, incluso cuando parece retrasado o improbable, es una poderosa lección que puedes aprender de su historia.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA