¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: “voy a preparar un lugar para ustedes” (Juan 14:2)?

En resumen:

Cuando Jesús les dijo a Sus discípulos que iba a “preparar un lugar para ustedes”, se refería a que les haría un lugar en el cielo. Los creyentes tienen la seguridad de que pasarán la eternidad con el Señor.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Juan 13-17 se conoce a menudo como el Discurso del Aposento Alto. En él, Jesús prepara a Sus discípulos para los ministerios que tendrían después de Su partida. Al principio del discurso, Jesús dice: “voy a preparar un lugar para ustedes” (Juan 14:2). El “lugar” era su hogar eterno, que experimentarían después de la muerte. El concepto de hogar eterno —cielo o infierno— no se enfatiza tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. No obstante, los creyentes del Antiguo Testamento seguían anticipando una vida después de la muerte (Isaías 38:10; Daniel 12:2; Oseas 13:14). El Nuevo Testamento es más explícito en cuanto a que el destino de los creyentes después de la muerte es un lugar de consuelo, “el seno de Abraham” (Lucas 16:19-31). Los santos del Nuevo Testamento tenían fe en las promesas de Jesús del hogar perfecto en la eternidad (1 Pedro 1:3-4; Apocalipsis 21:2-4). A los creyentes de hoy también se nos asegura que nos espera un lugar celestial.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La vida en la tierra es temporal. Podemos sentirnos en casa de muchas maneras, pero sabemos que esta tierra no será nuestra morada eterna (Filipenses 3:20). Pero hay un lugar que espera a todos los creyentes en la eternidad, mucho mejor que cualquier cosa en esta tierra: nuestro hogar celestial preparado por nuestro Señor (Juan 14:2). Cuando confiamos en Jesús, nuestro lugar allí es seguro (Efesios 1:3-14). Saber esto debería animarnos a averiguar si nuestros amigos, vecinos y seres queridos tienen la misma seguridad que nosotros. Y si no la tienen, debemos decirles cómo pueden conseguirla. Tenemos una esperanza celestial que nada ni nadie nos puede quitar (Juan 10:28). Conocemos nuestro futuro: si creemos en Cristo, tenemos vida eterna y pasaremos la eternidad con Él. Los creyentes de hoy tenemos la seguridad de que nos espera un lugar celestial.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA