¿Qué es el tribunal de Cristo?

En resumen:

Los cristianos serán juzgados en el tribunal de Cristo para recibir recompensas, no para condenación. Solo lo que se hace por Cristo perdurará.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Existe una gran confusión con respecto a los juicios que siguen a la muerte. Muchas personas creen que los cristianos no están sujetos a ningún tipo de juicio porque todos sus pecados han sido cubiertos por la sangre de Cristo, lo cual es cierto. Sin embargo, ciertos versículos de la Biblia declaran que los cristianos sí serán juzgados en lo que se llama el tribunal de Cristo. El tribunal de Cristo es donde los creyentes darán cuenta de sus vidas, no para condenación, sino para recompensas basadas en su fidelidad (Romanos 14:10-12; 2 Corintios 5:10). Nuestras obras serán puestas a prueba, y las obras duraderas serán comparadas con el oro, la plata y las piedras preciosas, mientras que los esfuerzos temporales serán quemados como madera, heno y hojarasca (1 Corintios 3:10-13). Dios recompensará la fidelidad con coronas, reconociendo la resistencia, la rectitud, el servicio y el amor a Él (1 Corintios 9:24-25; 2 Timoteo 4:8). A diferencia del juicio del gran trono blanco, que condena a los incrédulos, el tribunal de Cristo es un tiempo de gozo para los que han vivido para Cristo. Sabiendo esto, debemos esforzarnos por vivir en obediencia, invirtiendo en lo que tiene valor eterno, para que podamos comparecer ante Cristo sin vergüenza.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

A lo largo de nuestra vida tomamos decisiones sobre las cosas que añadimos a los cimientos de nuestra salvación. ¿Hemos edificado sobre la Roca con oro, plata y piedras preciosas —las cosas que duran eternamente— o con madera, heno y hojarasca, que se quemarán? ¿Nos hemos alegrado en las pruebas para que nuestra fe se demuestre genuina para gloria de Dios (1 Pedro 1:6-7)? ¿Hemos escapado a la “corrupción que hay en el mundo” (2 Pedro 1:4), o hemos sucumbido a “la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida” que caracterizan el amor a este mundo, que es pasajero (1 Juan 2:16-17)? ¿Hemos controlado nuestras lenguas (Santiago 3:1-9)? Estos son los tipos de cosas que se expondrán en el tribunal de Cristo. A diferencia del juicio del gran trono blanco, el tribunal de Cristo será un momento de gran regocijo para los creyentes, aquellos que han esperado pacientemente el día en que escucharemos esas preciosas palabras de nuestro Salvador: “Bien, siervo bueno y fiel” (Mateo 25:21). En ese día, todo motivo oculto será revelado, y todo acto hecho con fe será recompensado (1 Corintios 4:5). Aunque nuestras obras serán probadas por el fuego, lo que se haga por Cristo perdurará, dándole gloria a Él y alegría a nosotros (1 Corintios 3:13-14). Vivamos, pues, cada día con ilusión, esforzándonos por construir con lo que perdura, sabiendo que nuestro trabajo en el Señor nunca es en vano (1 Corintios 15:58). El tribunal no es un momento para temer, sino para celebrar la gracia de Dios que actúa en nuestras vidas. Que vivamos de tal manera que recibamos Su alabanza con alegría, presentándonos ante Él sin avergonzarnos.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA