¿Quién era Sem en la Biblia?

En resumen:

Sem fue uno de los tres hijos de Noé que fue rescatado del diluvio. Sem fue también el antepasado de Abraham y, por tanto, en última instancia, de Jesús el Mesías.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Sem fue uno de los hijos de Noé que se salvó del diluvio. Tras el diluvio, Dios hizo un pacto con Noé, incluido Sem, prometiendo no volver a inundar la tierra y dando instrucciones sobre cómo vivir. El linaje de Sem se extiende hasta Abraham, padre de la nación israelita y figura clave en el plan de Dios. Entre los descendientes de Sem figuran varios pueblos antiguos, y su nombre da origen al término “semita”. En el Nuevo Testamento, Sem figura en la genealogía de Jesús, destacando su papel en el linaje del Mesías. Esta narración de Sem refleja la provisión de salvación por parte de Dios, simbolizada por el rescate de Sem del diluvio y el papel de Jesús como el Salvador definitivo, que ofrece redención y gracia a toda la humanidad.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La historia de Sem nos enseña que necesitamos la salvación y que Dios nos la proporciona. Así como Sem necesitó que Dios lo rescatara del diluvio, nosotros necesitamos que Dios nos rescate del poder y las consecuencias del pecado en nuestras vidas (Romanos 3:23; 6:23; 7:23-24). Así como Sem cubrió la desnudez y la vergüenza de su padre con un manto, también la sangre de Jesucristo puede cubrir nuestro pecado, nuestra injusticia y nuestra vergüenza (Romanos 5:19; Filipenses 3:9). En la historia de Sem vemos desarrollarse parte del plan de Dios para la humanidad. Dios apartó a un pueblo a través del cual demostraría Su santidad al mundo y a través del cual enviaría al Mesías. Dios dijo a Abraham: “Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra»” (Génesis 12:3). Jesús, Dios encarnado, nació en la familia de Sem. Su oferta de salvación está disponible para todas las personas (Juan 3:16-18; Gálatas 3:27-29). Todo ser humano vivo hoy desciende de Noé, que a su vez desciende de Adán. De Adán y Jesús, Romanos 5:17 explica: “Porque si por la transgresión de uno, por este reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia”. En Jesús, podemos llegar a ser hijos de Dios (Juan 1:12-13). ¡Qué salvación tan gloriosa (Efesios 2:1-10)!

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA