¿Quién era Moisés en la Biblia?
En resumen:
Moisés liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto. Su vida es una prefiguración de Jesús como nuestra salvación definitiva.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA?
Moisés fue un hombre corriente con una historia extraordinaria. Su vida demuestra tanto el viaje personal de un alma hacia la salvación como el plan épico de Dios para redimir a toda Su creación. En muchos sentidos, su vida anticipa la venida de Jesucristo. Moisés es tradicionalmente considerado el autor de los cinco primeros libros de la Biblia, conocidos como el Pentateuco.
DEL ANTIGUO TESTAMENTO
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Parte 1: Nacimiento hasta los 40 años (Éxodo 1-2:15)
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Después de que José llevara a su familia a Egipto, los hebreos prosperaron y se multiplicaron. Con el tiempo, un nuevo faraón que no conocía a José comenzó a esclavizarlos, temiendo su creciente número. “Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y más se extendían, de manera que los egipcios llegaron a temer a los israelitas” (Éxodo 1:12). El faraón ordenó entonces que todos los bebés hebreos varones fueran arrojados al Nilo.
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Moisés nació durante este tiempo. Su madre lo escondió durante tres meses y luego lo colocó en una cesta en el río. La hija del faraón encontró la cesta y “tuvo compasión de él” (Éxodo 2:6). La hermana de Moisés, Miriam, que observaba de lejos, se ofreció a buscar una nodriza hebrea, y la propia madre de Moisés fue elegida para la tarea. Cuando Moisés creció, fue devuelto a la hija del faraón, “y vino a ser hijo de ella” (Éxodo 2:10). Así, Moisés creció en el palacio del faraón.
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Al crecer, Moisés sintió empatía por su pueblo. Un día, en un arrebato de ira, mató a un egipcio que golpeaba a un esclavo hebreo. Temiendo por su vida, huyó de Egipto.
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Parte 2: 40 a 80 años (Éxodo 2:16-4:31)
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Moisés huyó a la tierra de Madián, donde defendió a siete hermanas de unos pastores hostiles. Su padre, Jetro, lo acogió y le dio a su hija, Séfora, por esposa. Allí, Moisés adoptó la vida de pastor.
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Un día, mientras pastoreaba, Dios le habló desde una zarza ardiente. Dios le dijo: “Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para que saques a Mi pueblo, los israelitas, de Egipto” (Éxodo 3:10). Moisés, ahora con ochenta años, se mostró reacio y lleno de excusas. Sin embargo, Dios lo eligió precisamente por su humildad, sabiendo que sería el poder de Dios, y no el de Moisés, el que liberaría a los hebreos.
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Parte 3: 80 a 120 años (Éxodo 5-Deuteronomio 34)
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Con la promesa del poder de Dios, Moisés regresó a Egipto. Su hermano Aarón fue enviado a su encuentro. Juntos se presentaron ante el faraón y le pidieron que dejara marchar al pueblo hebreo. El faraón se negó, y su corazón se endureció.
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Entonces, Moisés desató las diez plagas de Dios sobre Egipto. Antes de la última plaga —la muerte de los primogénitos—, Dios instruyó a los hebreos a marcar los postes de sus puertas con la sangre de un cordero. Esa noche, el ángel de la muerte pasó de largo por las casas marcadas, perdonando a sus primogénitos. Esta fue la primera Pascua. Finalmente, el faraón cedió y dejó marchar a los hebreos.
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Poco después, el faraón cambió de opinión y persiguió a los israelitas con su ejército. Atrapados junto al Mar Rojo, Dios le dijo a Moisés que usara su vara para dividir las aguas, permitiendo que el pueblo cruzara en tierra seca mientras el ejército egipcio se ahogaba tras ellos.
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Al pie del monte Sinaí, Dios estableció el Pacto Mosaico con su pueblo. Moisés subió a la montaña y recibió la Ley y las instrucciones para construir el tabernáculo, un lugar para que la presencia de Dios habitara entre ellos. A pesar de los milagros, los israelitas dudaron continuamente de Dios y cayeron en la idolatría. Moisés nunca dejó de orar e interceder por ellos.
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Moisés tuvo la bendición de hablar con Dios “cara a cara” (Éxodo 33:11). Sin embargo, en un momento de ira, golpeó una roca para sacar agua en lugar de hablarle como Dios le había ordenado. Debido a que no honró a Dios en ese momento, perdió la oportunidad de entrar en la Tierra Prometida (Números 20:1-13).
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Antes de morir, Moisés nombró a Josué como su sucesor. Murió a los 120 años en el monte Nebo, y Dios mismo lo enterró. “Desde entonces no ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien el SEÑOR conoció cara a cara, nadie como él por todas las señales y prodigios que el SEÑOR le mandó hacer en la tierra de Egipto... y por la mano poderosa y por todos los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo ante los ojos de todo Israel” (Deuteronomio 34:10-12).
DEL NUEVO TESTAMENTO
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Moisés apareció con Elías durante la transfiguración de Jesús (Mateo 17:1-3). Juan 1:17 nos dice que la ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Se le compara con Jesús, siendo Jesús superior a él (Hebreos 3:1-6). Moisés es elogiado en el capítulo de la fe de Hebreos 11, y Judas 1:9 revela que el arcángel Miguel contendió con el diablo por su cuerpo.
IMPLICACIONES PARA HOY
Una lección crucial de la vida de Moisés es la importancia de confiar en la fidelidad y la soberanía de Dios, incluso en medio de dudas y fracasos personales. A lo largo de su viaje, Moisés se enfrentó a momentos de inseguridad e incluso de desobediencia. Sin embargo, a pesar de sus defectos, volvió constantemente a Dios, buscando Su guía y Su perdón. Aprendió a confiar en las promesas de Dios, reconociendo que los planes de Dios superaban con creces su propia comprensión. Tu camino de fe también puede tener momentos de incertidumbre. Como Moisés, puedes encontrar seguridad confiando en la inquebrantable fidelidad de Dios. En lugar de permitir que las dudas y los fracasos te disuadan, puedes utilizarlos como oportunidades para profundizar tu dependencia de Dios.
COMPRENDE
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Moisés nació durante la opresión hebrea en Egipto, pero fue rescatado providencialmente y criado en el palacio del faraón.
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A pesar de su reticencia inicial, Moisés tuvo un encuentro transformador con Dios y finalmente sacó a los israelitas de Egipto.
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A Moisés no se le permitió entrar en la Tierra Prometida porque deshonró a Dios al golpear una roca con ira en lugar de hablarle.
REFLEXIONA
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¿De qué manera la inseguridad de Moisés para guiar a los israelitas resuena con tus propias inseguridades?
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¿Cómo ves la fidelidad y la soberanía de Dios demostradas en la vida de Moisés, especialmente en sus momentos de duda y fracaso?
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¿Cómo puedes profundizar tu confianza en las promesas y la soberanía de Dios en tu propia vida?
PONLO EN PRÁCTICA
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Moisés comparte muchas similitudes con Jesús, que resaltan sus roles como libertadores. Mientras que Moisés liberó a los israelitas y estableció el Antiguo Pacto, Jesús trajo la salvación del pecado y estableció el Nuevo Pacto. Estas similitudes subrayan que Moisés fue un precursor de Jesús, el Salvador definitivo.
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