¿Cómo lidiar con una suegra difícil?

En resumen:

Las suegras pueden ser un regalo, pero una suegra difícil puede causar muchos conflictos en un matrimonio. Una pareja debe tomar medidas proactivas para priorizar y proteger su matrimonio y, al mismo tiempo, ofrecer amor y perdón a una suegra difícil.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

El Antiguo Testamento deja claro, ya desde el Génesis, que la relación de una pareja casada debe tener prioridad sobre la familia de origen. Dicho esto, una pareja debe tratar a su suegra con honor (Éxodo 20:12) mientras resuelve los conflictos con ella y establece límites saludables. El objetivo debe ser reflejar el tipo de relación que Rut tenía con su suegra, Noemí, caracterizada por el amor mutuo, el honor y la amabilidad. En el Nuevo Testamento, Mateo 5:23-25 enseña que quien ofende a otro debe actuar inmediatamente para restaurar la relación. Aunque la suegra no actúe primero, la pareja debe buscar una solución para honrar a Dios buscando la paz (Romanos 12:18). Por último, Efesios 4:32 indica la respuesta que se debe tener hacia una suegra difícil: extender bondad, ternura y perdón.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La figura de la “suegra problemática” se ha convertido en un cliché, a menudo con razón. La queja principal suele ser que la suegra sobrepasa sus límites. Independientemente de sus intenciones, su actitud autoritaria puede afectar negativamente al matrimonio. Si la suegra no está dispuesta a cambiar su comportamiento, la pareja debe mantener con firmeza los límites adecuados para proteger su relación. Puede que tengan que distanciarse respetuosamente, aun en contra de los deseos de la suegra. A pesar de todo, la pareja debe entregar sus heridas y resentimientos a Dios y orar para que Él resuelva la situación. Además, deben examinar sus propias acciones en busca de reacciones pecaminosas y continuar amando y respetando a su suegra. En última instancia, las parejas deben esforzarse por tener una relación pacífica con sus suegros, estableciendo límites saludables y permitiendo que el amor y el respeto centrados en Cristo los guíen.

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