¿Por qué decapitaron a Juan el Bautista?

En resumen:

Juan el Bautista fue decapitado por Herodes Antipas porque este le prometió imprudentemente a su hijastra cualquier cosa que ella deseara.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La decapitación de Juan el Bautista, narrada en el Nuevo Testamento, fue el resultado de su valiente crítica al matrimonio ilegal del tetrarca Herodes Antipas. A pesar del respeto inicial de Herodes por Juan, lo encarceló para acallar su reproche. Más tarde, durante la celebración de su cumpleaños, la hija de Herodías pidió la cabeza de Juan como recompensa por su baile, lo que condujo a su ejecución. A pesar de su muerte injusta, Juan cumplió su propósito de preparar el camino para Jesús, a quien reconoció como el Hijo de Dios y el Salvador. Como Juan, podemos proclamar con valentía a Jesús, compartir el mensaje de arrepentimiento y cumplir el propósito de Dios al señalar a otros hacia Él, haciendo eco del llamado de Juan a preparar el camino del Señor en los corazones de las personas a través de nuestras palabras y acciones.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Jesús había dicho de Juan: “En verdad les digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista” (Mateo 11:11). Juan el Bautista sabía que Jesús era “el Hijo de Dios” (Juan 1:34) y “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Así lo había anunciado mientras predicaba sobre el arrepentimiento. Por lo tanto, aunque la muerte de Juan fue una gran injusticia, él había cumplido el propósito para el que Dios lo llamó: ser la “Voz del que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, hagan derechas Sus sendas”” (Mateo 3:3). Como Juan, podemos vivir proclamando con valentía la verdad sobre Jesucristo y señalando a otros que Él es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Siguiendo el ejemplo de Juan, podemos compartir el mensaje de arrepentimiento, perdón y salvación, preparando el camino para Jesús en los corazones de las personas. A pesar de las injusticias que podamos enfrentar, como Juan, podemos mantenernos enfocados en cumplir el propósito al que Dios nos ha llamado, siendo voces en el desierto de este mundo que instan a otros a volverse a Cristo y alinear sus vidas con Sus enseñanzas.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA