¿Cuál es la historia del Huerto de Getsemaní la noche en que Jesús fue arrestado?

En resumen:

En el huerto de Getsemaní, Jesús fue a orar para prepararse para Su arresto, juicio y crucifixión. La experiencia en Getsemaní es una poderosa imagen de la sumisión a la voluntad del Padre en lugar de a la nuestra.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Después de la Última Cena, Jesús llevó a Sus discípulos al huerto de Getsemaní. Les pidió que se sentaran en un lugar mientras Él se iba a orar, llevando consigo a tres de ellos: Pedro, Santiago y Juan. Oró con profunda angustia, pidiendo a Dios si era posible evitar el sufrimiento inminente, pero sometiéndose finalmente a Su voluntad. Mientras tanto, Pedro, Santiago y Juan se durmieron a pesar de que Jesús les había pedido que vigilaran. Judas llegó entonces con una multitud para arrestar a Jesús, traicionándolo con un beso. Cuando Pedro reaccionó cortándole la oreja a un siervo, Jesús lo reprendió y sanó al hombre. La sumisión de Jesús, incluso en medio de una gran angustia, nos sirve de ejemplo para confiar y seguir la voluntad de Dios en medio de la adversidad.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

La historia del huerto de Getsemaní ilustra la sumisión a la voluntad de Dios en medio de un intenso sufrimiento personal. Jesús, plenamente consciente del dolor y el sacrificio inminentes, oró fervientemente pidiendo una alternativa. Su sentida súplica, “Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras” (Mateo 26:39), revela Su vulnerabilidad humana y Su obediencia divina. A pesar de Su profunda angustia, marcada por el sudor que caía como gotas de sangre, Jesús optó finalmente por seguir el plan de Dios. Aunque es natural sentir miedo, debemos buscar la ayuda de Dios en circunstancias difíciles. Dios quiere que acudamos a Él con sinceridad, especialmente en nuestros momentos de necesidad. Mantener una relación cercana con Dios es lo que nos ayuda a perseverar en los momentos difíciles. La oración se convierte en una fuente de consuelo, guía y fuerza para soportar las dificultades cuando nos aferramos a Aquel que nos conoce, nos ve y tiene la fuerza que necesitamos. La sumisión de Jesús a la voluntad de Dios, incluso a costa de Su propia vida, también sirve como el ejemplo supremo de obediencia y sacrificio, desafiando a los creyentes a considerar su propia disposición a seguir la voluntad de Dios, incluso cuando exige un sacrificio o se desvía de sus planes. Los discípulos ni siquiera pudieron permanecer despiertos mientras Jesús oraba, a pesar de que las circunstancias los llevaban a estar asustados y cansados. Jesús, sin embargo, afrontó plenamente todo lo que iba a soportar, a pesar de la inmensa dificultad. Su compromiso inquebrantable con la voluntad de Dios, independientemente de las acciones de quienes lo rodeaban, nos proporciona un poderoso ejemplo de fe y obediencia, instando a los creyentes a permanecer fieles a Dios, incluso cuando otros no lo hagan.

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