¿Cómo me ve Dios?

En resumen:

Dios nos ve como Su creación amada, y desea que todos seamos salvados del pecado y de la devastación que este ha traído. En Cristo, Dios nos ve como Sus hijos, quienes pueden experimentar la plenitud de Su amor.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Dios nos ve como Su creación compleja, maravillosamente hecha con propósito y amor. A pesar de nuestras fragilidades y limitaciones humanas, si estamos en Cristo y hemos sido salvados por Él, Dios nos ve a través del lente de la justicia de Su Hijo. En Cristo, somos vistos como bendecidos, elegidos, adoptados como Sus hijos y coherederos con Él, con una herencia inconmensurable. Dios también nos ve como Sus amigos amados y desea una relación profunda y personal con nosotros. Comprender cómo nos ve Dios debería animarnos a abrazar nuestra identidad en Cristo, vivir con humildad y gratitud, y comprometernos profundamente en nuestra relación con Él.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Imagina verte a través de los ojos del Creador, que te hizo con un detalle y un propósito asombrosos, como declara el Salmo 139. A pesar de nuestras debilidades y limitaciones humanas, mencionadas en el Salmo 103:14, la perspectiva de Dios sobre nosotros es tierna y transformadora. Él conoce nuestra estructura, pero nos ama profundamente, llamándonos a abrazar nuestra verdadera identidad cuando confiamos en Jesús para el perdón de los pecados. En Cristo, no solo somos perdonados, sino fundamentalmente renovados, como revela 2 Corintios 5:17. Dejamos atrás nuestro viejo yo y nos convertimos en una nueva creación, plenamente reconciliados y justos ante Dios. Como resultado de nuestra salvación, se nos revela cómo nos ve Dios en Cristo: bendecidos con toda bendición espiritual, elegidos, adoptados como Sus hijos, destinados a una herencia inconmensurable, coherederos con Cristo e incluso Sus amigos. Nuestra salvación nos cambia de ser vistos como muertos en nuestros pecados a ser parte de Su familia y a tener una profunda relación con Él. Sin embargo, se nos recuerda que Dios nos ve con amor incluso antes de ser salvos, deseando rescatarnos de lo que nos esclaviza. La perspectiva que Dios tiene de nosotros debería impulsarnos a responder con humildad, gratitud y un compromiso más profundo con Él, llenos de alegría. Mientras Dios derrama Su amor sobre nosotros y nos capacita para una vida de santidad y obediencia, esta profunda verdad nos inspira a vivir plenamente en nuestra identidad de Sus hijos amados. ¿Qué haremos entonces? Ponlo en práctica conociéndolo a través de Su Palabra y caminando en Su Espíritu, aferrándote firmemente a Sus promesas y dejando que Sus pensamientos sobre ti definan cómo vives cada día.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA