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¿Debemos adorar al Espíritu Santo?

En Deuteronomio 6: 4-5 claramente se nos indica que solo Dios debe ser adorado: "Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas." Este Dios consiste en tres Personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu (Mateo 28:19). ¿Significa esto que debemos adorar al Espíritu Santo?

El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad de Dios que tiene conocimiento perfecto (1 Corintios 2:11), una mente (Romanos 8:27), amor (Romanos 15:30) y una voluntad (1 Corintios 12:11). Se le puede insultar (Hebreos 10:29), mentir (Hechos 5: 3), resistir (Hechos 7:51) y afligir (Efesios 4:30). Él es completamente igual a Dios el Padre y Dios el Hijo. Por lo tanto, Él puede y debe ser adorado como Dios.

Un buen ejemplo de la adoración del Espíritu Santo se puede encontrar en la apertura o conclusión de ciertos libros del Nuevo Testamento. Por ejemplo, Colosenses 1: 6-8 dice: "[...] Este evangelio está dando fruto y creciendo en todo el mundo, como también ha sucedido entre ustedes desde el día en que supieron de la gracia de Dios y la comprendieron plenamente. Así lo aprendieron de Epafras, nuestro querido colaborador y fiel servidor de Cristo para el bien de ustedes. Fue él quien nos contó del amor que tienen en el Espíritu." 2 Corintios 13:14 termina: "Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes." En ambos casos, las tres Personas del Dios Triuno son reconocidas con agradecimiento o adoración.

De hecho, la adoración a Dios no puede llevarse a cabo aparte del Espíritu de Dios. El Espíritu de Dios vive dentro de los creyentes (Romanos 8:16) y nos hace responder en la adoración. Debemos adorar en espíritu y en verdad (Juan 4:24) al alabar a Dios.

Podemos adorar a Dios a través de nuestras acciones y con nuestras palabras. Romanos 12: 1 enseña: "Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios."

Si el Espíritu Santo es Dios, entonces toda nuestra adoración a Dios es también la adoración del Espíritu Santo. La Doxología tradicional cantada en muchas iglesias comparte la perspectiva bíblica al incluir al Espíritu Santo en la adoración, compartiendo:

Alabado sea Dios, de quien fluyen todas las bendiciones,
Alabadle, todas las criaturas aquí abajo;
Alabadle arriba las huestes celestiales;
Alabado sea el Padre, Hijo y Espíritu Santo.

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