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¿Cuál es la perspectiva bíblica sobre el abuso verbal?

El abuso verbal es un poco difícil de definir y aún más difícil de probar, ya que carece de evidencia física. Debido a esto, el abuso verbal a menudo no se toma tan en serio como otras formas de abuso. Sin embargo, como ocurre con cualquier forma de abuso, se caracteriza por el deseo de manipular o controlar. El abuso verbal tiene el potencial de causar un gran daño a sus víctimas, particularmente psicológica y espiritualmente. A menudo se ve como un subtipo del abuso emocional o incluso se usa como un término intercambiable, y puede vincularse con otras formas de abuso o conducir a ellas.

El abuso verbal se ve en acciones como menospreciar constantemente, regañar constantemente, subestimar, minimizar, amenazar, iniciar rumores, peleas a gritos y no reconocer al otro en los intercambios verbales (silencio destinado a crear una sensación de no existencia en el otro). Estos no son eventos únicos u ocasionales, sino un patrón de comportamiento constante. Las víctimas pueden comenzar a creer en las críticas y dudar de su propio valor. Pueden vivir con miedo debido a las amenazas o comenzar a comportarse de maneras que no quieren para obtener aprobación o evitar comentarios negativos. Las palabras se convierten en armas o herramientas de control.

La Biblia tiene mucho que decir sobre el poder de las palabras. Santiago 3 habla extensamente sobre domar la lengua. Santiago compara la lengua con un freno en la boca de un caballo y el timón de un barco, pequeño pero muy poderoso. También escribe: "También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida. […] pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal. Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así." (Santiago 3: 6-10). Proverbios 18:21 dice: "En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto." De manera similar, Proverbios 15: 4 dice: "La lengua que brinda alivio es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu." Claramente, nuestras palabras tienen el potencial de tener un gran impacto.

En lugar de usar nuestras palabras para maldecir a otros, estamos llamados a usar palabras para dar vida a los demás. Efesios 4:29 dice: "Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan." Colosenses 4: 6 dice: "Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno." A los padres se les instruye que no exasperen a sus hijos, sino que los críen con la instrucción del Señor (Efesios 6: 4). Colosenses 3:21 dice: "Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen." Las palabras son una gran fuente de aliento o desánimo para los niños. Pablo incluye la importancia del discurso ejemplar en sus instrucciones a Timoteo: "Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza." (1 Timoteo 4:12). El abuso verbal es claramente anti-bíblico.

Si se encuentra en una situación de abuso verbal, infórmeselo a alguien. Es posible que las fuerzas del orden público no puedan ayudar, pero los amigos, el personal de la iglesia o un centro comunitario local pueden brindarle la asistencia que necesita. Si el abuso verbal se ha convertido en abuso físico o sexual, informe a las autoridades correspondientes. Tenga en cuenta que los niños que son testigos de cualquier tipo de abuso, incluso si no son el objetivo, aún experimentan el trauma de la situación. También necesitarán apoyo.

¿Cómo puede una persona recuperarse del abuso verbal? A menudo, la clave es reemplazar los mensajes verbalmente abusivos con la verdad de la Palabra de Dios. Dependiendo de la gravedad del abuso, esto podría requerir la ayuda de un consejero profesional o ser entre la persona y Dios. Estar en comunidad con otros que afirman la verdad de la Palabra de Dios será útil. Probablemente, el proceso de sanación estará cargado de emociones, incluidas muchas emociones incómodas, especialmente al principio. Los abusados pueden incluso cuestionar la bondad de Dios. Comprometerse con la ira o un sentimiento de traición está bien, incluso es necesario. Llevar estas emociones a Dios, poner el dolor a Sus pies y pedirle que revele la verdad finalmente traerá sanidad. Eventualmente, el abusado necesitará llegar a un lugar de perdón para el abusador, pero este será un proceso gradual habilitado por el Espíritu Santo. Descansar en la verdad de Dios — Su amor, Su redención, quienes Él dice que somos en Él, Su soberanía, etc. — será de vital importancia.

¿Hay esperanza para aquellos que han abusado verbalmente de otro? Sí. Dios puede y está dispuesto a perdonar. Puede cambiar corazones. Su verdad es tan válida para aquellos que han abusado verbalmente como lo es para aquellos que han sido abusados. Algunos pueden abusar de otros porque no han reconocido su propia necesidad de Dios. Otros pueden convertirse en abusadores porque han sido abusados. No importa la motivación del abuso, Dios puede revelar la verdad, extender el perdón, producir la sanación necesaria y provocar el cambio.

El abuso verbal es serio y es una afrenta a Dios. Cualquier forma de abuso niega la dignidad de aquellos hechos a la imagen de Dios. Dios se preocupa por sus víctimas. El Salmo 34:18 asegura: "El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido."

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