¿Es la oración de las Escrituras eficaz?

En cierto sentido, las oraciones "eficaces" significan que tus oraciones son respondidas de la manera que tu deseas que sean respondidas. Entonces, para que nuestras oraciones sean eficaces de esa manera, deben alinearse con la voluntad de Dios (1 Juan 5: 14-15). Sabemos que la voluntad de Dios se revela en la Biblia, por lo que orar las Escrituras es eficaz en este sentido.

La Biblia nos dice que Dios escucha nuestras oraciones y las responde. También nos dice que nuestro acceso a Dios llega cuando aceptamos la muerte sacrificial de Su Hijo, Jesucristo, como nuestro castigo sustitutivo por nuestros propios pecados (Hebreos 10: 19–25). Debemos creer que Jesús se levantó de la tumba, teniendo poder incluso sobre la muerte (Romanos 10: 9). La salvación proviene de Su gracia y se recibe por fe en Él (Efesios 2: 8-9).

A los creyentes se les da el Espíritu Santo que habita en nosotros, y Él trabaja para transformarnos y hacernos más como Dios (1 Corintios 5:17). Si bien la salvación no se trata de nuestras obras, Dios nos llama a una vida de santidad (Efesios 2:10; 1 Pedro 1: 14-16). Dios nos dice que luchemos por la justicia, y esa justicia es un fundamento para la oración eficaz (Santiago 5:16; 1 Pedro 3:12; Salmo 34:15; Proverbios 15: 8).

También se nos ordena orar continuamente y con acción de gracias (1 Tesalonicenses 5: 16-18). Deberíamos orar por todas las cosas (Filipenses 4: 4–7), y nuestras oraciones deben centrarse en la gloria de Dios, no en la nuestra (Santiago 4: 2–3).

Seguir estas pautas de ninguna manera es una fórmula. Dios no quiere que sigamos una fórmula, sino que lo conozcamos. El propósito principal de la oración no es obtener las cosas que queremos, sino tener comunión con Dios como Padre y ejercer el privilegio que nos ha dado. La oración es eficaz para lograr la obra del reino y Dios también nos invita a hacer nuestras peticiones personales (Mateo 6: 9–13; 7: 7–11; Lucas 11: 2–13), pero Él no es un genio cósmico al que obligamos a cumplir nuestras solicitudes por medio de orar una fórmula mágica.

Orar las Escrituras puede ser una forma muy efectiva de orar de acuerdo con la voluntad de Dios. Ser un estudiante de la Palabra de Dios es la mejor manera de conocer a Dios. Las Escrituras revelan verdades sobre el carácter de Dios, así como Sus deseos y planes para nosotros y nuestros mundos.

Las Escrituras también están llenas de ejemplos de cómo expresarnos a Dios. Los salmos son esencialmente oraciones. La oración más larga registrada de Jesús está en Juan 17. Muchas de las cartas de Pablo incluyen oraciones. Cuanto más usamos y conocemos la Biblia, más podemos usarla para expresarnos en oración.

Aunque podemos usar las Escrituras para formar nuestras oraciones, tenga en cuenta que no todas las experiencias de alguien en la Biblia se pueden transferir a nuestra vida. Dios libró a Daniel de la muerte, pero no a Esteban. Entender adecuadamente las Escrituras en su contexto es clave para aplicar las Escrituras a nuestras oraciones.

Si bien podemos y debemos usar las Escrituras para mejorar nuestras oraciones, recuerde que en la oración también podemos simplemente derramar nuestro corazón a Dios (Salmo 62: 8). La conclusión aquí es que cuando somos honestos con Dios y oramos de acuerdo con Su voluntad, nuestras oraciones son eficaces. Conocemos Su voluntad mejor a través de su Palabra.



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