¿Qué es un grupo comunitario de la iglesia?

Un grupo comunitario de la iglesia es un grupo más pequeño de personas que pertenecen a una iglesia más grande y que se reúnen fuera del culto dominical tradicional, normalmente en casa de una persona. A los grupos comunitarios también se les conoce como grupos pequeños o grupos de vida. Los grupos comunitarios de la iglesia se reúnen para realizar diversas actividades, como el estudio de la Biblia, la oración, la fraternidad y, en ocasiones, proyectos de servicio. El propósito general de los grupos comunitarios es ayudar a construir conexiones sólidas entre los creyentes que les ayuden a crecer en el discipulado, la oración, la amistad y el rendir cuentas (ver Proverbios 27:17).

Se puede considerar un grupo comunitario como una pequeña extensión de una iglesia local. Cada grupo suele tener uno o dos líderes que dirigen sus reuniones. Estos líderes también se coordinan con la red más amplia de liderazgo de la iglesia local, sometiéndose a los ancianos de la iglesia y manteniendo a su grupo comunitario en sintonía con el enfoque y la misión general de la iglesia. Por lo general, el número de miembros de un grupo comunitario es limitado, lo cual ayuda a fomentar relaciones y conexiones más profundas. Los grupos comunitarios están pensados como una forma de "hacer vida juntos", algo que funciona mejor cuando el tamaño de los grupos es limitado y los miembros asisten con regularidad.

Es importante mantenerse en contacto con la congregación en general porque eso contribuye a crear un entorno de apoyo más sólido. Esto es cierto no sólo para los grupos comunitarios en general, que funcionan mejor con la supervisión y el apoyo de los ancianos de la iglesia, sino también para las personas dentro de la iglesia. Los grupos comunitarios no están destinados a ser grupitos, ni tampoco sustituyen a la celebración colectiva del culto. Estar conectado a la iglesia local significa tener los beneficios de los ancianos de la iglesia que ayudan a garantizar una enseñanza bíblicamente sólida. También significa tener acceso a todos los recursos de la iglesia, que pueden incluir clases sobre temas bíblicos específicos, grupos de apoyo para problemas específicos, oportunidades de servicio o recursos físicos. Deberíamos participar en nuestra iglesia local no sólo asistiendo regularmente al culto, sino también formando parte de una comunidad más pequeña dentro de la iglesia.

Los grupos de la comunidad de la iglesia son una forma clave en que una iglesia local ayuda a fomentar un compañerismo cristiano significativo. Es en las relaciones que tenemos con otros creyentes que realmente llegamos a crecer en nuestra fe y cumplir con los mandamientos bíblicos que tenemos el uno para el otro, tales como:

- Sobrellevar los unos las cargas de los otros (Gálatas 6:2)
- Gozarnos con los que se gozan (Romanos 12:15)
- Llorar con los que lloran (Romanos 12:15)
- Recibirnos los unos a los otros (Romanos 15:7)
- Perdonarnos los unos a otros (Colosenses 3:13)
- Restaurarnos mutuamente cuando caemos en pecado (Gálatas 6:1)
- Estimularnos mutuamente al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24)
- Guardándonos unos a otros de apartarnos de la verdad (Santiago 5:19)
- Orar unos por otros (Santiago 5:16)
- Honrarnos unos a otros (Romanos 12:10)

Cuando profundizamos en el mensaje de la iglesia el domingo con otros creyentes, o participamos juntos en un estudio bíblico, nos enriquecemos con la discusión y permitimos que la Palabra de Dios eche raíces en nosotros (ver Hechos 17:11; Colosenses 4:16; 1 Tesalonicenses 5:27).

El libro de los Salmos dice: "¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!". (Salmo 133:1). Puede que no conozcamos a todos los pastores o personas de nuestra iglesia. Dentro de los grupos comunitarios, podemos establecer relaciones con un pequeño grupo de creyentes, crecer en nuestra fe y estar unidos por el Espíritu, dispuestos a despojarnos "de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante" (Hebreos 12:1).