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Un "culto de adoración" generalmente se refiere a la reunión semanal de los cristianos para adorar al Señor. ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestros tiempos son verdaderamente bíblicos?
En primer lugar, podemos observar las prácticas de la iglesia primitiva como guía: "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones" (Hechos 2:42). Aquí vemos la importancia de aprender la Palabra de Dios, estar en comunión unos con otros y la oración.
En segundo lugar, la adoración puede abarcar una gran variedad de cánticos que honren a Dios e inspiren a los creyentes. Colosenses 3:16-17 nos dice: "La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él". En la Última Cena, Jesús y Sus discípulos también cantaron un himno de alabanza mientras estaban juntos (Marcos 14:26).
En tercer lugar, un culto de adoración bíblico también debe contemplar la acción de gracias. Efesios 5:19-20 nos enseña: "hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo".
En cuarto lugar, las celebraciones de adoración deben tener cierto orden. Aunque puede haber mucha variedad y creatividad, 1 Corintios 14:40 enseña claramente: "pero hágase todo decentemente y con orden".
Quinto, un servicio de adoración bíblico puede incluir el recoger una ofrenda. Primera de Corintios 16:1-2 enseña: "En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas".
Sexto, un culto de adoración bíblico puede incluir el bautismo y la santa cena. El bautismo es una oportunidad para que los creyentes declaren públicamente su lealtad a Dios frente a otros creyentes (Mateo 28:19). La cena es una actividad que los creyentes pueden compartir juntos periódicamente para recordar al Señor, Su sufrimiento en la cruz y Su resurrección (1 Corintios 11:23-26; Hechos 20:7).
Nuestra adoración debe hacerse en espíritu y en verdad (Juan 4:24), es decir, debe ser una respuesta de nuestro corazón ante lo que Dios ha revelado ser y sobre la base de la verdad de Su Palabra. Nuestros servicios de adoración deben brindar a los creyentes la oportunidad de crecer, animarse unos a otros, honrar a Dios y ser equipados para el servicio en la iglesia y en el mundo.