¿Cuál es la importancia del creacionismo bíblico?

El relato bíblico de la creación es uno de los temas más controvertidos en la iglesia de hoy. La evolución darwinista dio a los secularistas una excusa para ignorar Génesis, y los intentos de armonizar la Biblia con la evolución darwiniana, como el "creacionismo de la tierra antigua", solo han aumentado la confusión. Sin embargo, hay varios puntos que no tendrían sentido si el relato de la creación en Génesis 1-11 no se lee literalmente.

El primero es que fue escrito literalmente. Los eruditos hebreos en lingüística concuerdan en que los pasajes de la creación no se escribieron como poesía metafórica (la cual tiene su propia composición gramatical) sino como narración histórica. Otra consideración es que, aunque la palabra hebrea para "día" se utiliza ocasionalmente de manera figurada para indicar un marco de tiempo (ver Génesis 2: 4-5), la forma en que se usa identifica la intención del autor. Cuando se acompaña de una cantidad, como "seis días" o la frase "Y vino la noche, y llegó la mañana", como en Génesis 1, siempre significa el tiempo que le lleva a la Tierra rotar alrededor de su eje.

Si este es el caso, si Génesis 1-11 fue escrito literalmente pero es incorrecto, esto arroja dudas sobre toda la Biblia. Si Moisés se equivocó respecto a este principio fundamental, entonces todos sus libros son sospechosos. Jesús afirmó usar a Moisés como la autoridad en cuanto a su identidad (Juan 5: 46-47). Él dijo a los que creían a Moisés sabrían quién era él. Si los escritos de Moisés están equivocados, ¿por qué Jesús lo usaría como testigo? Si Moisés estaba equivocado, entonces Jesús también debe estar equivocado, y los cristianos "seríamos los más desdichados de todos los mortales." (1 Corintios 15:19).

El relato de la creación de Génesis es crucial para la teología cristiana de una manera realmente fundamental. Génesis 1-3 muestra que en el momento de la creación de Adán y Eva, no había pecado. Ninguna muerte había ingresado al mundo. Pero si el mundo hubiera existido durante millones de años antes de Adán, la muerte habría sido inevitable, para los animales y para los supuestos ancestros de la humanidad. Pero, si la muerte y el pecado eran una parte natural del desarrollo evolutivo, ¿cómo podría Dios haber llamado al mundo "muy bueno" (Génesis 1:31)? Y si Adán y Eva fueron los primeros en pecar, ¿cómo fue que el pecado llevó directamente a la muerte, como claramente dice Romanos 5:12? Adán tuvo que haber pecado antes de que el mundo experimentara la muerte.

Si no lo hizo, si la muerte fue una parte normal de la creación y no está manchada por el pecado en absoluto, no tenemos necesidad del sacrificio de Cristo. Si la muerte no está relacionada con el pecado, entonces la muerte no es una expiación adecuada por el pecado, y la resurrección de entre los muertos no es una indicación de que la expiación fuera aceptable.

Sin el relato literal de la creación de seis días, Dios creó un mundo "muy bueno" que rápidamente degeneró en violencia y enfermedad, naturalmente, sin la maldición del pecado. La muerte misma no era una maldición o una desviación del mundo "muy bueno" de Dios. Sin la creación literal de seis días, Dios incluyó intencionalmente la muerte, la violencia y la enfermedad en su mundo. Y si la muerte es un aspecto natural, "muy bueno" de la creación, entonces no necesitamos que Jesús nos salve de ella.

Los argumentos anteriores están dirigidos a los diversos tipos de creacionistas de la tierra antigua. Aquellos que creen que los humanos llegaron a existir estrictamente a través de la evolución sin ayuda externa, pintan una imagen aún más sombría. Sin un Creador que nos de valor, solo tenemos el valor que nos autoasignemos. Sin Espíritu que nos dé chispa, no tenemos alma. El amor, la bondad, el odio y la pasión no tienen ningún significado. La vida no tiene sentido. Las personas no importan. Nada importa.

Afortunadamente, la Biblia dice lo contrario. La Biblia dice que Dios el Creador hizo el mundo por su propia mano y lo llamó muy bueno. Dice que el primer hombre y la mujer pecaron y trajeron la muerte al mundo. Y debido a que el pecado de un hombre produjo la muerte, la impecabilidad, muerte y resurrección de otro hombre conquistaron la muerte para todos nosotros (Romanos 5: 12-15).