Creación frente a evolución naturalista: ¿Qué dice la Biblia?

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En resumen:

¿Necesitamos a Dios para existir? La creación y la evolución naturalista tienen puntos de vista opuestos sobre el origen y el significado de la vida.

Del Antiguo Testamento

  • Desde el principio, en Génesis 1, Dios creó la vida según Sus designios e intenciones. Los creyentes no se ponen de acuerdo sobre la literalidad de la cronología y las descripciones del Génesis. Los cambios adaptativos dentro de una especie no son controvertidos. La macroevolución, que implica el cambio de una especie a otra, es más polémica.
  • Génesis 1-2 presenta la historia de la creación. Este texto nos cuenta el milagro de cómo Dios creó la Tierra y la vida. Génesis 1:27 nos dice que Dios creó al ser humano a Su imagen y semejanza. Los días de la creación podrían ser días literales de 24 horas o períodos mucho más largos. El texto no prueba ni refuta explícitamente ninguno de los dos puntos de vista. El mensaje que pretende transmitir es que todo lo que existe es el resultado de los actos creadores de Dios.
  • El necio dice en su corazón: “El necio ha dicho en su corazón: «No hay Dios»” (Salmo 14:1). Según la Biblia, quien niega la existencia de Dios es un necio. La necedad no implica falta de inteligencia. Por necesidad, los científicos naturalistas son intelectualmente brillantes. “Necedad” en este contexto significa la incapacidad de aplicar correctamente el conocimiento. Proverbios 1:7 nos dice: “El temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría; Los necios desprecian la sabiduría y la instrucción”. No hay forma de interpretar correctamente el origen de la vida sin Dios.
  • La creación exhibe la gloria de Dios y la obra de Sus manos (Salmo 19:1).
  • La creación exhibe la bondad de Dios (Salmo 33:5).
  • La creación muestra la sabiduría y el amor inquebrantable de Dios (Salmo 136:5).
  • La creación muestra a Dios como el único objeto de adoración (Isaías 45:18).

Del Nuevo Testamento

  • Jesús confirmó la creación divina de la humanidad en Mateo 19:4-6 cuando dijo a los fariseos que, desde el principio, Dios creó a los seres humanos, varón y hembra. Jesús se refirió a Adán y Eva como personas literales.
  • La creación demuestra la existencia, el poder eterno y la naturaleza divina de Dios (Romanos 1:20).
  • Según los puntos de vista naturalistas de la evolución, Adán no fue una persona real. Sin un Adán literal, no hay pecado literal ni necesidad de un Salvador literal (Romanos 5:12). Sin embargo, el paralelismo entre Adán y Jesús en Romanos 5:15-17 no permite interpretar a Adán como algo meramente simbólico o hipotético. Si afirmamos que Jesús es un hombre histórico real, también debemos considerar a Adán como un hombre histórico real creado por Dios.

Implicaciones para hoy

Este breve artículo no pretende hacer una comparación exhaustiva del debate científico entre creacionistas y evolucionistas. Los argumentos se vuelven técnicos y pronto pueden quedar desfasados. Lo que sí vemos, sin embargo, es que el debate más amplio sobre la creación frente a la evolución se ha convertido en una batalla campal de falacias científicas y conveniencias políticas. Dentro de la Iglesia cristiana, los debates sobre la creación especial e instantánea frente a la evolución dirigida por Dios giran en torno a cómo interpretar las Escrituras y las pruebas. No están en juego cuestiones fundamentales sobre la participación de Dios. El conflicto entre esas opiniones creacionistas y el mundo no creyente tiene sus raíces en cosmovisiones más profundas. La forma de abordar estas cuestiones es importante para cada persona. Si existe un Creador, toda la humanidad es responsable ante Él y valorada por Él. Si no hay Creador, entonces nuestras vidas son producto del azar y nuestro único valor es el que nosotros determinemos, viviendo sin esperanza. Sin embargo, la Biblia es clara: Dios es el Creador. Cualquier interpretación que intente eliminar a Dios de la ecuación de los orígenes es incompatible con las Escrituras. El origen de la vida no puede probarse ni observarse directamente. Tanto la creación especial como la evolución atea —y todo lo intermedio— requieren un nivel de fe: unos aceptan a Dios, otros lo rechazan.

Comprende

  • La creación muestra la gloria, la bondad, la sabiduría y la naturaleza divina de Dios.
  • La Biblia enseña que Dios creó a los seres humanos a Su imagen, rechazando los procesos naturalistas.
  • Los puntos de vista naturalistas (ateos) excluyen a Dios y entran en conflicto con el relato bíblico.

Reflexiona

  • ¿Cómo concilias el relato bíblico de la creación con teorías científicas como la evolución?
  • ¿Cómo influye la creencia en la creación en tu comprensión del propósito y el valor humanos? ¿Cómo se alinea esto con tu vida cotidiana y tus elecciones?
  • ¿Cómo puedes responder a las dudas o desafíos de los demás sobre la compatibilidad del relato bíblico de la creación con las perspectivas científicas? ¿Qué papel desempeña tu fe en estos debates?

Ponlo en práctica

  • ¿Qué implicaciones tiene la interpretación de los orígenes del mundo para la comprensión de la naturaleza de Dios y de Su creación?
  • ¿Cómo afecta el concepto de un Adán y una Eva literales, tal y como se describen en la Biblia, a doctrinas cristianas como el pecado y la salvación? ¿Qué diferencia hay con las opiniones que no reconocen un Adán histórico?
  • ¿Cuáles son los puntos fuertes y las limitaciones de los puntos de vista creacionista y evolucionista a la hora de explicar el origen y la diversidad de la vida? ¿Cómo pueden integrarse o contrastarse estas perspectivas en el marco de la investigación científica y teológica?