¿Qué autoridad tienen los cristianos sobre Satanás?

Los cristianos tienen autoridad sobre Satanás, pero no es su propia autoridad la que lo vence; es la autoridad de Cristo en ellos la que tiene el poder de vencer a Satanás.

Dios es el Creador de todas las cosas y Su poder es ilimitado y perfecto en su naturaleza, tal como Él es (Génesis 1:1). Dios tiene poder sobre la vida y la muerte (1 Samuel 2:6) y tiene todo el poder sobre Satanás. Finalmente, Él arrojará a Satanás al lago de fuego por la eternidad (Apocalipsis 20:7-10).

Satanás tiene mucho poder, pero no es nada en comparación con el de Dios. La primera demostración que vemos de Satanás ejerciendo su poderosa influencia maligna es en el jardín del Edén cuando convence a Eva de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 3). Satanás tentó a Jesús mientras ayunaba en el desierto, pero no pudo hacer que Jesús pecara (Mateo 4:1-11). El principal poder de Satanás es el poder de influencia que le damos para engañarnos y mantenernos bajo el poder del pecado y no bajo el poder de Dios (2 Corintios 11:3; 2 Tesalonicenses 2:8-12).

Jesús sanó a una mujer lisiada que estaba bajo el poder de un espíritu maligno de Satanás: "y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios" (Lucas 13:11-13). Esto demuestra que, aunque Satanás tuvo una gran autoridad sobre esta mujer durante dieciocho años, sólo hizo falta un encuentro con Jesús para que fuera liberada. Se habla de Satanás como "el gobernante de este mundo", pero cuando Jesús regrese echará a Satanás definitivamente (Juan 12:31).

Entonces, ¿cómo es que estos aspectos afectan el poder de los creyentes sobre Satanás? Cuando creemos en Jesucristo (Juan 3:16; Efesios 2:8-9), estamos llenos del Espíritu Santo y así es como tenemos poder sobre el Diablo. Gálatas 2:20 dice: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí". El mismo Dios que creó el universo vive en nosotros. Cuando vivimos en sumisión al Espíritu de Dios, tenemos poder sobre Satanás, porque el poder de Cristo opera en y a través de nosotros. Satanás no puede vencer a los creyentes en Cristo, porque Satanás no puede vencer al Espíritu de Dios que habita en ellos.

Esto no significa que Satanás no intentará hacernos daño. La Biblia nos dice: "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8). Satanás atacará y engañará; buscará incursionar en nuestras vidas. Por eso, como cristianos, debemos vestirnos: "...de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:11-12). Como cristianos, si bien podemos seguir luchando contra el mal y la tentación de pecar, tenemos el poder de resistir a Satanás y sus tentaciones cuando vivimos sometidos a Cristo. Satanás huirá cuando lo resistamos en el nombre de Jesús (Santiago 4:7; 1 Juan 4:4).

Por nosotros mismos, no tenemos autoridad sobre Satanás. Por eso vemos que los no creyentes viven bajo el poder de Satanás, incapaces de resistir el pecado. Sin embargo, cuando creemos en Jesucristo, Su poder que vive dentro de nosotros lucha a nuestro favor. Somos capaces de decir "no" al pecado, vivir vidas santas y ser protegidos por Dios. Cuando Jesús fue tentado por Satanás, respondió citando la Palabra de Dios (Mateo 4:1-11). Jesús es nuestro ejemplo, por lo que nosotros también podemos vencer al Diablo por el poder de la Palabra de Dios (Efesios 6:17). Al final, como Jesús tiene toda la autoridad en el cielo y en la tierra, tendremos la victoria total sobre Satanás (Romanos 16:20).



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