¿Qué aspecto tenía Jesús?
La Biblia no da una descripción física de cómo era Jesús desde el punto de vista de quienes lo vieron en esta tierra. Sin embargo, teniendo en cuenta los escritos del Nuevo Testamento, se pueden observar algunas características. Claramente, Jesús era un varón judío. Basándonos en las tradiciones conocidas de la época, probablemente medía algo más de metro y medio, su color de piel era característico de Oriente Medio, tenía el pelo oscuro y lucía una barba abundante. De acuerdo con Lucas, Jesús también fue circuncidado de niño, según la costumbre judía (Lucas 2). Lucas 2:52 menciona el desarrollo físico y social normal, pero nada más.
Los evangelistas mencionan la vestimenta de Jesús. Llevaba una prenda de vestir tradicional judía, que en las traducciones al español se denomina túnica, que le fue quitada durante los juicios de Mateo 27. Esta túnica se tornó "deslumbrantemente blanca" en Su Transfiguración y se repartió por suerte (un juego de azar) cuando Jesús fue crucificado. Además, Jesús usaba un tipo de ropa interior tradicional judía, como quedó claro cuando lavó los pies de Sus discípulos en Juan 13. Juan el Bautista también se refirió a las sandalias de Jesús, indicando el tipo de calzado que llevaba (Lucas 3:16).
Ya que los discípulos en el Nuevo Testamento no destacaron Sus características físicas, es probable que Jesús no tuviera ninguna característica física que llamara la atención de Sus amigos. Probablemente era de estatura y peso promedio y no tenía un físico de fisicoculturista.
Algunos mencionan Isaías 53:2 cuando hablan de la apariencia de Jesús. El pasaje sirve como predicción del siervo sufriente en referencia a Jesús. Dice: "Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos". De acuerdo con este versículo, a Jesús no se le conocía por su aspecto físico, algo que confirman los relatos del Nuevo Testamento que nada dicen de Su apariencia.
En Apocalipsis 1:14-15 se nos da una descripción de Jesús tal como lo vio el escritor en su visión. Textualmente dice: "Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas". Este pasaje describe a Jesús resucitado con la cabeza y los cabellos blancos o tal vez resplandecientes, junto con unos ojos como el fuego. Sus pies de bronce y su fuerte voz completan la imagen de un Jesús majestuoso y poderoso que ha vencido a la muerte y al sepulcro.
Mientras que nuestra época contemporánea busca respuestas sobre el aspecto de Jesús, las escrituras apenas dan importancia a Sus características físicas y, por el contrario, se centran en Sus enseñanzas espirituales. Por tanto, aquellos que buscan seguir a Jesús deben enfocarse en vivir Sus enseñanzas y no en especular sobre Su apariencia física.
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